El Mercedes-Benz Clase B es un monovolumen de cinco plazas, no existe una variante de siete. El BMW Serie 2 Active Tourer y el Volkswagen Golf Sportsvan tampoco pueden tener siete asientos, aunque ambos fabricantes comercializan monovolúmenes con esta capacidad: el BMW Serie 2 Gran Tourer y el Volkswagen Touran, que son 14,9 y 10,8 centímetros respectivamente más largos que el Clase B. El único Mercedes-Benz de tamaño similar con siete plazas es el GLB, un SUV de 4,63 metros de longitud cuyas entregas comienzan a finales de 2019. En este apartado realizamos numerosas comparaciones directas con el BMW Serie 2 Active Tourer debido a que es el rival más directo del Clase B.
La altura libre al suelo de la carrocería es la misma que la del Mercedes-Benz Clase A (10,4 cm; la de un GLA es 13,4 cm), pero el asiento del conductor está colocado en una posición 8,8 cm más elevada. Esta diferencia es perceptible, sobre todo porque las piernas se llevan más flexionadas, pero no se tiene la sensación de ir tan alejado del suelo como en muchos SUV de tamaño medio, como en un Hyundai Tucson por ejemplo.
Como la altura de la carrocería del Clase B es 12,2 cm mayor que la del Clase A, hay más espacio hasta el techo (unos 3,5 cm más). Esta cota en la fila delantera es la misma que medimos en un Serie 2 Active Tourer, ambas unidades con techo solar de cristal. En un Golf Sportsvan sin techo solar hay cuatro centímetros más. En cualquiera de los casos, el espacio es sobrado para que una persona de 1,90 metros de estatura se pueda sentar erguida sin tocar el techo con la cabeza.
Las posibilidades de regulación del asiento del conductor son las habituales: en longitud, en altura, en inclinación del respaldo y en cantidad de apoyo lumbar. Dependiendo del asiento, también se puede variar la longitud de la banqueta. Algunas de estas regulaciones pueden pedirse que se hagan de forma eléctrica (y que haya tres botones de memoria para guardar las correspondientes posiciones); otras son siempre manuales, como la de la altura de los reposacabezas. El recorrido de todos estos ajustes es amplio y resulta sencillo encontrar una postura confortable de conducción. Los cinturones de seguridad no tienen regulación en altura.
Los asientos deportivos que van asociados al nivel de equipamiento AMG Line (imagen) no consiguen que una persona de corpulencia normal sienta que lleva el cuerpo bien recogido en ellos, a pesar de que sus relieves laterales son voluminosos. El motivo es que la zona central de la banqueta y del respaldo no dan anchura suficiente y los muslos y la espalda descansansan sobre los laterales.
La calefacción y la ventilación de los asientos delanteros es una opción (son regulables en tres niveles de potencia cada una). También se puede pedir que tengan función de masaje y un sistema llamado «cinética del asiento ENERGIZING». Este hace pequeños cambios en la posición del asiento —por ejemplo, sube o baja ligeramente la altura de la parte delantera de la banqueta o cambia ligeramente la inclinación del respaldo— con el fin de que la postura de la persona no sea siempre la misma en todo el trayecto. Es una función que está disponible para el conductor y el acompañante y cuya actuación se puede regular en tres niveles: viaje corto, viaje medio y viaje largo.
La fila trasera de asientos de serie es fija. En opción se puede desplazar en sentido longitudinal 14 cm y los respaldos se pueden regular en distintos grados de inclinación (465 euros). Con ambas configuraciones, es de serie la división en tres partes del respaldo, en proporción 40:20:40, cada una de ellas abatible individualmente (imagen, imagen e imagen). En el BMW Serie 2 Active Tourer también se puede pedir una banqueta desplazable, pero no un asiento del acompañante abatible para transportar objetos muy largos, como sí ofrece el Mercedes-Benz (por 207 euros adicionales).
Nosotros hemos probado y medido la banqueta fija. El espacio es holgado para dos adultos de entorno a 1,85 m de estatura que vayan sentados detrás de otros dos de similar altura. No hay problema para las piernas ni por altura libre al techo.
Sin embargo, hay varios motivos por los que no es una banqueta bien ideada para tres ocupantes. Las plazas laterales son mucho más confortables que la central, tanto por mullido como por la forma del propio asiento. El que viaja en el centro tiene que dejar entre sus piernas el túnel central, que no es pequeño. Los que viajan a ambos lados, al tener que desplazarse para dar cabida al pasajero central, tendrán parte de la espalda reposando en el borde exterior de su asiento, una postura que no es cómoda. En un BMW Serie 2 Active Tourer, la plaza central es más aprovechable; el mullido es más confortable y queda más espacio entre las plazas laterales porque sus ocupantes siempre van sentados más hacia los extremos. En el Clase B queda menos espacio en el centro cuando hay dos sillitas infantiles instaladas en las plazas laterales (37 y 39 cm, respectivamente).
Los elementos de confort de las plazas traseras son similares a los que se pueden encontrar BMW Serie 2 Active Tourer y en el Volkswagen Golf Sportsvan. En todos ellos hay dos salidas de aire en la consola central (imagen) y es posible instalar unas mesitas. No puede haber calefacción en los asientos, ni tampoco hay mandos para la regulación del sistema de climatización.
De acuerdo con nuestras mediciones, la anchura entre puertas es 1 centímetro superior a la del BMW Serie 2 Active Tourer y 3 cm inferior a la del Volkswagen Golf Sportsvan. El espacio para las piernas es el mismo que en el BMW y 6 cm inferior al de un Golf Sportsvan. La altura libre al techo es 1 cm mayor que la del BMW (el Golf Sportsvan que medimos no tenía techo solar).
El volumen del maletero es 455 litros, un valor un poco más pequeño que el del Serie 2 Active Tourer (468 l) y el Golf Sportsvan (500 l). También es inferior al del Clase B de la anterior generación (488 l). En el caso de disponer de la fila trasera móvil, el volumen es de un máximo de 705 litros si esta se avanza lo máximo posible, aunque en esta posición las plazas traseras quedan prácticamente inutilizables. Con los tres respaldos traseros abatidos (imagen) y utilizando todo el espacio disponible hasta el techo, el volumen de carga llega a 1540 litros.
El piso del maletero tiene dos posiciones. En la superior (imagen), queda enrasado con los respaldos abatidos de los asientos traseros. En la inferior (imagen), queda unos ocho centímetros por debajo. En los laterales hay unas redes para sujetar objetos pequeños (imagen) y un gancho para sujetar la carga contra el piso. En el lado izquierdo hay una toma de corriente de 12 V. Bajo el piso hay un kit de reparación de pinchazos (imagen); la rueda de repuesto no es una opción. El portón puede tener accionamiento manual o eléctrico (imagen del botón que lo activa desde la puerta del conductor). En este último caso es posible equipar, adicionalmente, la funcionalidad de apertura y cierre manos libres (se activa con un movimiento de pie por debajo del parachoques trasero).
El aspecto del salpicadero (imagen) es prácticamente idéntico al del Clase A. Los materiales empleados son vistosos y parecen correctamente ensamblados, pero el conjunto dista de transmitir la sensación de calidad del, aunque mucho más sobrio, Serie 2 Active Tourer. Las partes terminadas en plástico negro brillante se ensucian y se rayan con mucha facilidad y algunos mandos, como los de los climatizador o las salidas de aireación, tienen un tacto algo endeble y crujen a poco que se presionan con los dedos.
Hay cuantiosos huecos y de buen tamaño para depositar en ellos objetos de uso cotidiano. Por delante del mando táctil de control del sistema multimedia, hay una superficie opcional (imagen) que permite recargar por inducción (sin cables) teléfonos móviles compatibles con esta tecnología. La parte posterior de la consola está mejor resuelta que en el Serie 2 Active Tourer; contiene una bandejita (imagen) y un pequeño cajón en el que van alojadas dos tomas USB de tipo C (imagen).
Hay tres posibles combinaciones de tamaño de pantalla para la instrumentación y el sistema multimedia: dos de 7,00 pulgadas, instrumentación de 7,00 pulgadas y multimedia de 10,25 y, por último, ambas de 10,25 pulgadas (imagen). La última combinación, que es la que hemos probado, resulta muy satisfactoria por la resolución de las pantallas y la rapidez de procesamiento de las imágenes. En las impresiones del interior del Clase A damos mucha más información sobre nuestra experiencia con estas pantallas y el sistema multimedia MBUX.