El Premacy DVTD tiene una buena estabilidad y pisa bien sobre el asfalto, aunque sin llegar al nivel de otros monovolumen como el Fiat Multipla, Renault Scenic o Nissan Almera Tino. Las suspensiones son suaves y se aprecia balanceo de la carrocería, pero sus movimientos son progresivos y no se producen bamboleos incómodos. En una conducción normal, por carretera rápida, es muy fácil de conducir y tiene buen aplomo, pero en una conducción de estilo deportivo, sobre una carretera con curvas, aflora una clara tendencia subviradora. El eje trasero está tan asentado que es muy difícil que llegue a descolocarse, incluso en un apoyo muy fuerte, aunque es algo más ágil que el Mitsubishi Space Star 1.9 DI-D.
Con las presiones indicadas por el fabricante a plena carga, los neumáticos Michelin Pilot HX que montaba nuestra unidad de pruebas derivaban mucho en conducción exigente, por lo que probamos a inflar unas décimas más los neumaticos delanteros. Mejoró ligeramente el guiado y el desgaste de los hombros del neumático.
La suavidad de las suspensiones aporta un confort de marcha destacable. Dicha comodidad sólo está condicionada por una sonoridad interior algo elevada. El puesto de conducción también está bien resuelto y resulta descansado en líneas generales, aunque tiene pequeños aspectos mejorables: el volante está un poco tumbado (aunque realmente no queda lejos), la palanca de cambios está algo baja y los asientos son cortos de banqueta y blandos. El volante (forrado en cuero en la versión Touring) se regula en altura, al igual que el asiento del conductor, pero la rueda que regula la inclinación del respaldo (situada entre la puerta y el asiento) se acciona con dificultad al no haber suficiente espacio para meter bien la mano.
Dirección, cambio y frenos están bien equilibrados en el Premacy DVTD, destacando especialmente el tacto de frenada y el accionamiento del cambio por su rapidez y precisión. Losdesarrollos de transmisión son un poco largos para las prestaciones del motor y el salto entre 1ª y 2ª es algo grande.
El pedal del freno permite dosificar la frenada con mucha precisión, tiene un buen mordiente, es progresiva y equilibrada. Podemos frenar y buscar el límite de adherencia antes de que actúe el antibloqueo de frenos. El ABS tiene también repartidor electrónico de frenada y funciona con eficacia también sobre carreteras bacheadas, permitiendo dosificar la frenada al antojo del conductor. Además, los frenos son resistentes al trabajo exigente, principalmente porque se recuperan con facilidad del sobrecalentamiento. Sin embargo, las distancias de frenada que hemos medido no son de las mejores (61 metros desde 120 km/h). La dirección, además de ser rápida y tener un tacto de asistencia agradable, permite maniobrar con facilidad en espacios reducidos.