El Mazda MX-5 es más ancho que el anterior. Se ha ganado espacio a la altura de los hombros y los codos. En el MX-5 anterior cuando se giraba el volante a la izquierda, llegaba un momento en el que el codo izquierdo se quedaba atrapado entre el cuerpo y la puerta.
Con el nuevo MX-5 eso no ocurre, principalmente porque el volante queda más lejos de la puerta. Aun así, la sensación en el interior del MX-5 no es de gran amplitud. Según la documentación entregada por Mazda «en su interior pueden sentarse con total confort personas con estaturas comprendidas entre 1,50 y 1,86 metros».
Hay un factor que influye claramente para que la comodidad no sea mayor: el volante no se puede desplazar longitudinalmente. En mi caso, el volante se queda más lejos del cuerpo de lo que a mí me gusta. Otro periodista, de estatura inferior a la mía, se queja de lo contrario, el preferiría llevar el volante más lejos.
Con todo, la principal sensación de estrechez la he tenido en las piernas. La pierna izquierda apoya contra un posavasos que hay ubicado en la puerta. Resulta molesto, porque el abultamiento del posavasos es notable y se clava con fuerza en apoyos. Hay dos posavasos más en la consola central, por lo que éstos que hay situados en las puertas resultan innecesarios.
Las personas altas y corpulentas se encuentran claramente más a gusto en este MX-5 que en el anterior, por la ganancia en anchura y sobre todo por la altura. En el anterior MX-5, las personas altas conducían con la cabeza muy cerca del marco superior del parabrisas. En el actual modelo no es así.
Detrás de cada asiento hay una guantera, pero el acceso a ellas es prácticamente imposible desde dentro del coche y muy incómodo en cualquier caso con la capota puesta. Hay otra caja, de menor tamaño, situada entre los respaldos de los dos asientos, que se puede cerrar con llave. El maletero tiene un volumen de 150 litros. Las maletas rígidas tienen mal acomodo en su interior y es difícil colocar dos a la vez. Normalmente, será más facil aprovechar el espacio con bolsos flexibles.
El aspecto del acabado, la calidad de los materiales y el remate de los detalles está más cuidado que en la versión anterior.