El Mazda6 Wagon tiene un maletero de 522 litros, que es un dato algo alejado del que ofrecen los coches de la competencia con mayor espacio de carga como unSkoda Superb Combi (633 litros) o un Volkswagen Passat Variant (603 litros), pero exceptuando estos dos modelos que descollan con claridad frente a la media, la capacidad del maletero de la mayor parte del resto de modelos está poco por encima o por debajo de la que tiene el Mazda6 SW. Así por ejemplo, unHyundai i40 CW tiene 553 litros, un Citroën C5 Tourer 505 litros y un Peugeot 508 SW, 518 litros.
Esos 522 litros de volumen son medidos hasta la cortinilla que cubre el maletero. Es un maletero fácil de cargar y con buenas soluciones que facilitan su uso. Por ejemplo, la cortinilla que oculta el equipaje se puede colocar en una posición que limita en gran medida que entre corriente de aire a los ocupantes cuando se abre el portón (imagen e imagen) y al mismo tiempo permite cargar el maletero sin estorbar. Hay una segunda cortinilla vertical, independiente de la anterior, cuya función es evitar que los objetos del maletero puedan entrar en el habitáculo en caso de maniobra brusca. Sin embargo, estaría mejor resuelta si cubriera todos los recovecos que deja la carrocería (imagen) porque hay muchas zonas que deja sin cubrir. Aquí hay una imagen de las dos cortinillas desmontadas y enrolladas
El maletero está provisto de argollas en el piso, dos ganchos en los laterales para colgar bolsas (de hasta 3 kilogramos, imagen) y toma de corriente. Es ancho, profundo y no demasiado alto (45 centímetros desde el fondo hasta la cortinilla que lo cubre); habrá quien eche en falta unos cuantos centímetros adicionales de altura para cargar según qué objetos. Está iluminado por un único plafón de luz, situado en el extremo del portón. Su iluminación es ya de por sí algo pobre pero, por su ubicación, prácticamente no ilumina el fondo del maletero.
El mayor fallo que he encontrado a este maletero es que bajo el piso hay poco sitio (imagen), de tal manera que desde luego no cabe una rueda del mismo tamaño que las otras cuatro. Según mis medidas ese hueco bajo el maletero tiene una altura de solo 14 centímetros. De serie hay un kit de reparación de pinchazos (la rueda de emergencia es una opción de concesionario)
Una cosa muy útil que conserva este Mazda6 del anterior son unas palancas en el maletero (imagen) desde las cuales se pueden abatir, ayudados por unos resortes, los asientos posteriores. Las he probado en varias ocasiones, y casi siempre ha funcionado de forma satisfactoria (en otras un respaldo no se abatía porque su tapizado rozaba con el otro). La superficie resultante (el propio maletero con el respaldo de los asientos posteriores) no es completamente plana (imagen).
Las plazas posteriores me han parecido cómodas. Las banquetas de los asientos de los extremos son largas y recogen bien los muslos. Los respaldos no se pueden cambiar de inclinación, pero a mi juicio no hace falta porque la que tienen es correcta para viajar con comodidad. La plaza central no es especialmente mala, aunque si la ocupa un adulto o un niño crecido, se compromete de forma clara la comodidad de los otros dos pasajeros (no ocurre exclusivamente en el Mazda6 Wagon, sino en la inmensa totalidad de turismos del mercado; si se desean tres plazas posteriores espaciosas para adultos no queda más remedio que buscar un monovolumen). La banqueta de esta plaza central es aceptable porque no es demasiado dura, estrecha, ni va demasiado elevada respecto a las otras dos. Una persona de unos 1,80 metros que se siente ahí no llegará, por poco, con su cabeza al techo.
Los reposacabezas de las plazas posteriores solo tienen un ajuste en altura y quedan bien colocados para personas de hasta aproximadamente 1,85 metros.
El acceso a esas plazas posteriores es correcto porque las puertas abren en un ángulo grande y porque el espacio para pasar los pies (entre la banqueta y la carrocería) es suficientemente grande (no lo he medido). Faltan cortinillas en las ventanillas. En su lugar hay cristales tintados, con punto justo de oscurecimiento para que no dificulten en exceso la visibilidad en sitios con poca luz.
Esta carrocería familiar resulta manejable desde el punto de vista del conductor. Además de porque necesita ligeramente menos espacio para maniobrar que la de cuatro puertas, la visibilidad alrededor es correcta. Con todo, siempre se agradece la cámara posterior de aparcamiento, que solo puede llevar la versión más costosa.
Por lo demás, este modelo es similar al resto de los Mazda6 (aquí hay más información de toda la gama). A mi me parece un coche bien construido, sólido, con materiales de calidad y con un diseño no especialmente llamativo. No tiene demasiados adornos, brillos, ni piezas hechas para llamar la atención. Por contrario, los tonos oscuros predominan y no hay tantos botones como en algunos modelos. Los diversos mandos están correctamente organizados y es fácil memorizar qué se hace con cada uno de ellos. Por ejemplo, me parece que es más fácil manejarse por las diversas funciones en este coche que por ejemplo en las de Peugeot 407 o un Citroën C5.