A fecha de publicación de este artículo hemos conducido el Ceed Tourer con los dos motores de gasolina disponibles: el 1.0 T-GDi de 120 CV durante una semana y el 1.4 T-GDi de 140 CV más brevemente, durante la presentación del modelo a la prensa. La diferencia de potencia entre ambas es evidente nada más echar a rodar: con el motor de 140 CV se gana velocidad más deprisa y no es necesario recurrir al cambio de marchas con tanta frecuencia cuando la carretera presenta alguna dificultad (por ejemplo, un repecho). Aunque por el momento no hemos medido las prestaciones de esta versión, a tenor de las sensaciones que hemos percibido parece claro que resulta más adecuada que la de 120 CV si se va a utilizar toda la capacidad de carga del coche de manera habitual.
El motor de 120 CV tiene tres cilindros, pero es casi tan refinado como el de 140, que tiene cuatro; es muy silencioso y vibra poco en toda circunstancia, aunque los hay que son incluso un poco mejores en estos aspectos, como el 1.0 TSI del Grupo Volkswagen o el 1.0 EcoBoost de Ford. Tiene poca fuerza cuando gira por debajo de unas 2000 rpm, lo que obliga al conductor a trabajar con frecuencia sobre el cambio de marchas para mantener el ritmo en pendientes grandes, carriles de aceleración o al moverse entre los coches por la ciudad, por ejemplo.
Dicho esto, no consideramos que esta versión sea descartable de la compra, en absoluto, porque mueve al coche con agilidad suficiente en la mayoría de situaciones. Según nuestras mediciones, el Ceed Tourer 1.0 T-GDI de 120 CV necesita 8,2 segundos para acelerar entre 80 y 120 km/h, un buen dato que, curiosamente, es incluso un poco mejor que el que obtuvimos con la versión equivalente de cinco puertas (empleó 8,4 s a pesar de ser más ligero; ficha comparativa). Las recuperaciones en marchas largas, especialmente en quinta y sexta, han sido más lentas de lo normal para un coche de esta potencia y evidencian la necesidad de recurrir al cambio de marchas para mantener un ritmo ágil o para realizar maniobras de adelantamiento (todas las mediciones).
El consumo de combustible de esta versión es moderado, no especialmente bajo. Si se conduce con mucha suavidad, anticipando las maniobras y por vías de circunvalación, es posible ver cifras cercanas a los 6,0 l/100 km en el ordenador de viaje, pero en circunstancias menos favorables y sin prestar demasiada atención al ahorro de combustible, lo normal es que esté en el entorno de los 7,5 l/100 km. En nuestro recorrido de consumo, que transcurre por una autovía con fuertes desniveles durante 144 km y en el que circulamos a una velocidad media de 120 km/h, el Ceed Tourer 1.0 T-GDI de 120 CV ha necesitado 7,3 l/100 km, exctamente lo mismo que el Ceed de cinco puertas con el mismo motor, un poco menos que un Renault Mégane Sport Tourer TCe 130 (7,4 l/100 km) y más que un SEAT León ST 1.4 TSI 150 CV, que además es 30 CV más potente (6,3 l/100 km).
Por el momento no hemos podido recabar información relevante sobre el consumo de la versión de mayor potencia, con el motor 1.4 T-GDi de 140 CV. No obstante, en estas Impresiones de conducción del Hyundai i30 de cinco puertas hablamos sobre este motor (el mismo que lleva el Kia), que dio unas prestaciones muy buenas y un consumo normal.
Además de los motores, hay otros elementos que hacen del Ceed Tourer un coche agradable de conducir en un sentido amplio. Por ejemplo, el habitáculo está muy bien aislado del todas las fuentes de ruido, por lo que es un lugar confortable en el que viajar a velocidad de autopista. La suspensión tiene un ajuste equilibrado para el uso que se suele dar a un coche familiar: filtra con suavidad la gran mayoría de imperfecciones del asfalto y controla correctamente los movimientos de la carrocería, tanto las aceleraciones verticales que se producen al pasar a alta velocidad por encima de baches amplios, como el balanceo en curvas.
En nuestras maniobras habituales en circuito (esquiva y eslalon), las reacciones del Ceed Tourer han sido un poco más fluidas y seguras que las de la variante de cinco puertas, pues no se produjeron movimientos anómalos o rebotes en la carrocería. No obstante, la máxima velocidad a la que conseguimos superar la mabiobra de esquiva fue notablemente más baja, de 73 km/h en lugar de 77 km/h. En este video de nuestro canal de YouTube damos más detalles al respecto.
La dirección, los pedales y la caja de cambios tienen un tacto lo bastante preciso como para notar un buen nivel de conexión con el coche, pero Kia ha orientado el Ceed Tourer claramente hacia el confort de marcha. Quien busque sensaciones más precisas al volante, encontrará una buena alternativa en el Kia ProCeed. Un SEAT León ST o un Ford Focus Sportbreak, por ejemplo, también tienen reacciones más inmediatas y un tacto de conducción más certero, pero son algo más incómodos en general.