Según nuestras mediciones, la cota más favorable del Proceed respecto de algunas de sus alternativas es la anchura a nivel de hombros en las plazas delanteras, de 143 cm, muy buena cifra. Por el contrario, en la segunda fila, tanto el espacio disponible para las piernas (68 cm) como la anchura entre puertas (133 cm) son normales. Además hay poco hueco bajo las banquetas delanteras para que los ocupantes de las plazas traseras puedan meter los pies.
Dicho esto, el espacio es suficiente para que alguien que tenga aproximadamente mi estatura, 183 cm, viaje atrás con un nivel de confort bueno, siempre y cuando el asiento delantero no vaya totalmente retrasado. La altura libre hasta el techo de cristal es suficiente para que en las plazas traseras no toquen con la cabeza adultos de hasta 1,85 metros de estatura, aproximadamente. En esta tabla comparativa de mediciones del interior aparece enfrentado al Ford Focus Sportbreak, al Renault Mégane Sport Tourer, al Škoda Octavia Combi y al Mercedes-Benz CLA Shooting Brake.
En conjunto, creo que para tratarse de un ejercicio de diseño sobre el Ceed SW, el Proceed no tiene grandes inconvenientes que condicionen mucho su uso como vehículo familiar. Las plazas traseras no tienen un acceso incómodo (para introducir la cabeza, hay que ladearla ligeramente por la forma superior de la puerta, pero no tanto como en un Mercedes-Benz CLA Shooting Brake 2016, por ejemplo) y no quedan especialmente bajas o lejos de los umbrales de las puertas, por lo que diría que es posible colocar a un niño en su sillita sin demasiadas complicaciones. Además, el habitáculo, que en la parte frontal es prácticamente idéntico al de la familia Ceed, está bien surtido de huecos portaobjetos de tamaño generoso, tanto en la consola central como en todas las puertas.
El maletero, aunque no tan grande como el del Ceed SW (el tamaño de este es excepcional), tiene mucha capacidad, como puede apreciarse en este listado de turismos familiares de entre 4,50 y 4,70 metros de longitud ordenados por el volumen de su maletero. El piso no está enrasado con el borde de carga, pues hay un escalón de unos 8 cm de altura. Debajo hay una bandeja de plástico con serie de compartimentaciones que ocupan toda la base del maletero y que permiten alojar objetos de varios tamaños (imagen e imagen). La altura a la cortinilla que cubre el equipaje es pequeña (37 cm) en comparación con otros maleteros de coches familiares (suele estar en torno a 43 cm). Dispone de enganches para bolsas (imagen), cuatro ganchos en el piso (imagen), una red y dos rieles muy prácticos asociados a una estructura con cinchas retráctiles que permiten fijar objetos durante los viajes (imagen).
Los respaldos de la fila trasera de asientos son abatibles en tres partes (40:20:40; imagen); esta operación se puede realizar desde los propios asientos o mediante una palanca ubicada en el lateral del maletero. El portón puede tener accionamiento eléctrico (imagen) y una función manos libres que se activa pasando el pie bajo el paragolpes trasero.
Si dentro del Ceed 5p la sensación que dan los acabados ya es gratificante, aún lo es más en el Proceed. Los plásticos del salpicadero son igualmente suaves, de tacto blando y bien encajados entre sí, pero como todos los Proceed van asociados al menos al nivel de equipamiento GT Line, el aspecto del interior es muy vistoso incluso en las unidades menos costosas. Los asientos de serie en los Proceed GT Line dan más soporte que los del resto de la gama Ceed y están recubiertos por una combinación de cuero y tela de dos tonos (blanco y negro; imagen). Opcionalmente, se pueden instalar unos totalmente recubiertos de cuero negro. En el Proceed GT, los asientos dan aún mayor sujeción lateral y están acabados con pespuntes de color rojo, igual que otras zonas visibles del interior (imagen). En cierto modo, en el Proceed se tiene la sensación de estar sentado en un vehículo más caro de lo que es.
Para el conductor es sencillo encontrar una buena postura porque el volante y los asientos tienen regulaciones amplias. Por la forma en que están dispuestos los distintos botones del salpicadero y la consola central, pensamos que KIA ha dado prioridad a la funcionalidad sobre el diseño. El lugar donde están ubicados está bien pensado, todos quedan cerca de la mano del conductor y muchos de ellos son grandes y tienen un tacto agradable cuando se pulsan. A diferencia de lo que ocurre en modelos de otros fabricantes como Peugeot, la mayoría de funciones pueden controlarse mediante botones físicos, algo que nos gusta porque evita tener que desviar la vista de la carretera.