A pesar de los cambios introducidos hay algunos elementos que siguen igual que en los Carnival anteriores y hubiera sido muy interesante mejorarlos. Las suspensiones (McPherson delante y eje rígido detrás) tienen ahora barras estabilizadoras menos flexibles delante y detrás, pero siguen siendo excesivamente suaves e incapaces de contener el acusado cabeceo y balanceo de la carrocería.
Los frenos, que si bien tienen un tacto correcto y fácil de dosificar, detrás siguen teniendo tamboresy delante los mismos discos ventilados (274 mm de diámetro) a pesar de que los renovados Carnival son más pesados (104 kg más el 2.5 V6 y 135 kg más el 2.9 HPDI). El ABS y repartidor electrónico de frenada (EBD) son de serie.
También sigue teniendo la misma dirección, demasiado desmultiplicada, con 3,6 vueltas de volante y un diámetro de giro grande (12,8 m entre bordillos), que lo hace muy «torpe» al maniobrar en sitios estrechos, y más teniendo en cuenta su longitud (4.925 mm).
En cuanto a la seguridad, se echan en falta los airbag laterales delante (de serie en la mayor parte de los monovolumen de su tamaño) y un control de estabilidad (elemento opcional sólo en Ford Galaxy, Seat Alhambra, VW Sharan o Mercedes Clase V).