Estructuralmente es un cambio similar a uno manual (con dos ejes y pares de engranajes), pero con tres motores eléctricos que reemplazan al conductor en las operaciones de seleccionar y engranar marchas, y accionar el embrague.
En modo automático (Auto Shift Mode o ASM) tiene un control electrónico que responde de distinta forma a distintas solicitaciones, como hace cualquier cambio moderno. Por ejemplo, compara la posición del acelerador con el régimen del motor para detectar si el coche está en una pendiente o en una rampa; en esos casos no engrana una marcha más larga, para aprovechar la retención del motor, o para no perder fuerza. Tampoco cambia a una marcha más larga si el conductor levanta rápidamente el pedal del acelerador, o en curvas cerradas (compara el régimen de giro de las ruedas).
Incluso en modo manual (Select Shift Mode o SSM), el cambio asume ciertas funciones que no puede modificar el conductor: acelera el motor al reducir de marcha, si es preciso; corta la inyección al aumentar de marcha; no reduce si al hacerlo hubiese sobrerrégimen; y engrana una marcha más larga cuando el motor llega a su límite de régimen.
Otra función automática de este cambio es una protección contra un calentamiento excesivo del embrague. Si la temperatura del embrague es alta (se compara con la del motor) y el conductor acelera mucho en una rampa fuerte, por ejemplo, provoca una ligera retención de aviso. Si el conductor continúa acelerando mucho, disminuye el régimen del motor para no quemar el embrague. El mantenimiento no está programado hasta 240.000 km.
El cambio es del fabricante alemán LuK. Es el mismo tipo de caja que lleva el Opel Corsa Easytronic, que LuK denomina «ASG» (Automated Shift Gearbox).
El cambio está controlado electrónicamente por una centralita, que recibe información de la red de datos del coche y de señales directas (posición de la palanca o pedal del freno, entre otras). Aunque se trata de un cambio distinto, funcionalmente también es similar al SensoDrive de Citroën.