Coincido con casi todas las apreciaciones que hizo mi compañero Juan Manuel Pichardo del Ford Fiesta 1.4 con motor de gasolina de 80 CV, referidas a la carrocería.
Es indicado para personas grandes por la altura que tiene, pero con la opción de techo solar corredizo la altura libre disminuye entre tres y cuatro centímetros, en las plazas delanteras.
Atrás es más estrecho que la media. Quien solo tenga que llevar a dos personas , sean adultos o niños, encontrará que el Fiesta es apropiado, porque el espacio para las piernas y la altura son más bien grandes. La longitud de los cinturones traseros es bastante para las sillas de niño más voluminosas. Los reposacabezas son buenos y tienen la interesante cualidad de que, por la forma que tienen casi obligan a colocarlos a la altura adecuada. El reposacabezas central es una opción que va conjuntamente con los airbags laterales y de cabeza.
El maletero es uno de los más amplios. El Citroën C3 tiene 305 litros y el Fiesta 284 (ambos según medida VDA). El maletero sólo se puede abrir con la llave o con un botón eléctrico en el interior. El respaldo trasero está dividido en partes (60/40), pero la banqueta no.
El puesto de conducción tiene varios inconvenientes. El que encuentro peor es que falta un lugar donde apoyar el pie izquierdo: o se lleva el pie por debajo del embrague (poco recomendable) o se apoya en el suelo con la rodilla muy flexionada. A cambio, es fácil encontrar la distancia adecuada entre asientos, pedales y volante, entre otras, cosas, porque el volante no está tan tendido como en un 206 o un Clio.
Este inconveniente se agrava porque el asiento de la versión que hemos conducido (Ghia) sujeta muy poco el cuerpo. Como el puesto de conducción es más bien alto, no hace falta ir de carreras para que sea necesario apoyarse en la consola o en la puerta. Usar el volante como asidero no es muy recomendable, los brazos deben ir sueltos para que reaccionen con rapidez, si es preciso.
Tampoco me ha gustado parte de la instrumentación. Ford ha reemplazado los indicadores de aguja para el nivel de combustible por una escala poco visible, y para la temperatura del motor por algo que se parece más a un icono que a un termómetro de verdad. Tiene cinco posiciones, y dos de ellas son demasiado frío y demasiado caliente.
La ventilación me ha parecido muy buena. En carretera no es necesario conectar el ventilador para que entre suficiente cantidad de aire. Los aireadores del salpicadero tienen un tacto muy bueno y se pueden orientar de manera que no dé la corriente en la cara o en las manos.
Carece de cualquier tipo de fijación para el equipaje como argollas o ganchos. Por lo tanto, no puede tener una red de fijación para evitar que en marcha se muevan los triángulos de señalización, el botiquín de primeros auxilios o el extintor (incluido en nuestra unidad de pruebas) que golpeaba continuamente el maletero. Tampoco tiene asideros , en lugar de ello tiene ganchos que pueden servir para colgar perchas.
La unidad de pruebas tenía un acabado general satisfactorio, aunque había algún plástico suelto en la parte inferior del salpicadero y en los en la parte superior del marco de las dos puertas delanteras se apreciaban crujidos en carreteras bacheadas.