La capacidad de respuesta de este modelo mejoraría con unos desarrollos de cambio algo más cortos y mejor escalonados. El de 5ª (34,9 km/h a 1.000 rpm) es largo para un coche de su potencia y con cierto enfoque «deportivo». Lo hace lento en las recuperaciones y necesita 22 segundos para pasar de 80 a 120 km/h en dicha marcha. El motor no es especialmente perezoso a medio régimen, aunque sí ruidoso.
Para ganar elasticidad en este motor de 1.587 cm³ Citroën ha modificado los conductos de admisión y escape, ha aumentado el diámetro de las válvulas de admisión y ha incorporado una inyección secuencial con acelerador electrónico. El resultado parece satisfactorio: pasa de 145 Nm a 5.200 rpm, hasta 147 Nm a 4.000 rpm, pero queda ensombrecido por esos desarrollos largos. Va mejor a partir de 4.000 rpm y sube con rapidez hasta alcanzar la zona roja del cuentavueltas a 6.250 rpm.
La transmisión también es inadecuada por su escalonamiento; el motor cae casi 3.000 rpm al cambiar a máximo régimen de primera a segunda, y casi 2.000 rpm al hacerlo de segunda a tercera.
A cambio de ganar elasticidad y gastar menos, ha perdido además algo de potencia máxima (de 118 CV en el Saxo 16V a 109 CV en el Xsara). Nosotros hemos medido en nuestra prueba un consumo medio de 10,1 l/100 km circulando a un ritmo rápido. En conducción muy deportiva la cifra se ha elevado hasta 14,1 l/100 km.
Citroën anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos y, como nos pareció algo optimista, realizamos una prueba para comprobarlo. Nuestra medición ha sido 11,3 segundos.
Sin ser por tanto un prodigio en prestaciones, el Xsara 1.6 16V VTS Coupé se mueve con suficiente agilidad para permitir disfrutar de una conducción deportiva, a costa de apurar un poco la zona alta del cuentavueltas.