Lo mejor de este motor es su suavidad y el poco ruido que hace. Los ejes de equilibrado que tiene parece que funcionan muy bien, porque apenas se nota la vibración característica de un Diesel. Al ralentí (sobre todo en frío) y al acelerar fuerte, esa vibración es patente en el volante y acelerador. Pero en marcha constante y en caliente suena y vibra tanto o menos que un gasolina.
El consumo puede llegar a ser bajo. Los desarrollos de transmisión son ligeramente más largos que los de un Peugeot 406 con el mismo motor. Eso parece repercutir en el consumo, porque el C5 nos ha gastado algo menos. En una conducción suave por carretera y ciudad cabe esperar 8 l/100 km. En conducción rápida por carretera de doble sentido nos ha gastado 10,2 l/100 km. El consumo máximo que hemos obtenido ha sido 11,6 l/100, para lo que hay que exprimir todas las posibilidades del coche.
No es un motor que destaque por la aceleración que da, pero sí es elástico. Nuestra unidad de pruebas tenía al recogerla 1.600 km y daba la impresión de ser más lenta que la del 406 con el mismo motor. Después de hacerle otros 1.500 km medimos las prestaciones y lo que da es coherente: es algo más lento tanto en nuestramedición de aceleración como en recuperación, en parte porque pesa más (75 kg) y en parte porque tiene desarrollos más largos.
Citroën dice en el manual del coche que no cabe esperar las máximas prestaciones de este motor hasta 5.000 km, si se hace adecuadamente el rodaje. Una de las recomendaciones que vienen en el manual para hacerlo es «no invadir la zona roja» del cuentavueltas, lo cual sería muy difícil porque el cuentavueltas no tiene zona roja.
Este motor es el que ha estrenado el sistema de descontaminación con filtro de partículas (pulsa aquí para ver más información sobre este sistema). Al conducir no se nota que el sistema varíe la inyección para limpiar el filtro. El único inconveniente de este sistema es que requiere un aditivo especial cada 80.000 km y una limpieza del filtro con agua a presión.