Con el motor 2.2 HDi hay dos versiones diferentes por equipamiento: SX y Exclusive, separados por 250.000 pesetas. Lo que tiene el Exclusive que no tiene el SX es: bandas de protección de la carrocería pintadas, llantas de aleación de 16" en vez de 15", encendido automático de luces, lámparas de xenón en cortas, lavafaros, iluminación del habitáculo a nivel del suelo, asientos con ajuste eléctrico, tiradores de la puerta de plástico cromado, remates de imitación de madera en el salpicadero y volante forrado de cuero.
El Exclusive tiene opciones que no tiene el SX: sistema de ayuda al aparcamiento, retrovisores que se cierran eléctricamente, manómetros en las ruedas (con información en la pantalla del salpicadero), sistema de navegación un un equipo de sonido de ocho altavoces y cargador de 6 CD.
De todo ello, lo que me parece más interesante funcionalmente es el sistema para detectar una presión demasiado baja en los neumáticos. El encendido automático de luces funciona bien en garajes, al entrar en un túnel y tiene la interesante función de que conecta las luces en caso de lluvia fuerte. Pero me parece que tarda demasiado en encenderlas al atardecer; en un coche oscuro es mejor encenderlas antes de lo que hace el sistema automático. En cualquier caso, mejor que esté a que no, porque evita el error de olvidar encenderlas.
El sistema de ayuda al aparcamiento no es realmente de gran ayuda. Sólo detecta la proximidad de un obstáculo por detrás, no por los lados ni por delante, lo que sería muy recomendable para este coche. Además, el sistema de aviso no distingue entre estar a 20 cm del obstáculo de estar completamente pegado a él, y esos 20 cm son a veces muy necesarios para no tener que maniobrar.
Hay otros automatismos interesantes en el C5, como el limpiaparabrisas automático y un sistema que, coordinado con él, cierra las ventanillas y el techo corredizo cuando se pone a llover. El portón se cierra automáticamente por encima de 10 km/h, pero las puertas no.
Las dos versiones tienen una cortinilla para que no entre el sol por la luneta, pero ninguna las tiene en las puertas. Tampoco hay más salidas de aire hacia las plazas traseras que las que están bajo los asientos delanteros. Otra cosa que no tiene el sistema de ventilación es la conexión automática de recirculación de aire cuando hay malos olores fuera.