Si consideramos conjuntamente confort de suspensión, ruido y amplitud interior, el Citroën C5 es el mejor coche para quien quiera viajar cómodamente, entre los Diesel de este tamaño y precio. Lo es sobre todo para quien busque además de esa comodidad que es sobresaliente ir de un sitio a otro de forma relativamente rápida y económica.
No es tan recomendable para quien busque el máximo nivel de seguridad, que no se consigue hoy en día sin el control de estabilidad que el C5 aún no puede tener. Otra característica del C5 es que aísla mucho a los ocupantes de la carretera, lo que puede ser positivo para alguno y negativo para otros.
Si el llamado «descuento» para el C5 se queda en las 300.000 pesetas que anuncia Citroën, la relación entre y precio y equipamiento que tiene el C5 es peor que la de la mayoría de sus rivales, incluidos algunos de los más costosos, como el Volkswagen Passat TDI 130.