Audi pone en funcionamiento varias veces al año y de forma periódica cursos de conducción que son impartidos gratuitamente. La finalidad de los mismos son: saber qué hacer con el coche en situaciones complicadas y conocer activamente lo bien que funcionan algunos elementos de seguridad activa como el ABS y el control de estabilidad.

Quien elige a las personas que realizan el curso son los concesionarios, y lo harán con sus propios criterios, que podrían ser, por ejemplo: potenciales clientes (dudosos entre marcas de la competencia y Audi) o antiguos clientes (para fidelizarlos). Quien tenga un Audi o vaya a comprarlo, y quiera hacer este curso, debe dirigirse al concesionario.

Con un curso de este tipo no se aprende a conducir «deportivamente» ni a ir más rápido, sino mas seguro. Tienen una duración aproximada de cuatro horas y media. Los coches son Audi A4 con tracción delantera y Quattro (tracción total).

También se realizan cursos especializados con Audi A8 normales y blindados (especialmente dedicado a chóferes). El programa del cursillo es el mismo, pero se pone especial énfasis en las diferencias dinámicas que lleva consigo el incremento de peso que supone el blindaje.

En España se vienen realizando desde 1994 y se ha hecho o se hará en diversas ciudades como Alicante, Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga, Palma de Mallorca, Pamplona, Valencia Valladolid, Vigo y Zaragoza.No todas estas ciudades tienen instalaciones adecuadas para celebrar estos cursos (circuitos), en su lugar, Audi busca un sitio lo más adecuado posible.

Dependiendo del lugar donde se haga el curso, las pruebas pueden presentar pequeñas modificaciones. En Madrid se realiza en el circuito del Jarama y consta de una hora de teoría y de las siguientes actividades en pista: frenada con esquiva de obstáculo; frenada de emergencia sobre superficies de adherencia desigual (o frenada en curva) y balanceo o transferencia de masas en curva.

Si el curso se celebra en un lugar con circuito, existe un ejercicio adicional que consiste en dar varias vueltas al mismo. Conduciendo nosotros mismos uno de los coches que se usan en la escuela o a bordo de en un Audi RS4 conducido por uno de los monitores. En algunos lugares también se realizan pruebas de eslalon, en Madrid no.

Se realiza en grupos de unas veinte personas. La clase teórica se da en el remolque de un camión especialmente desarrollado para tal fin y dura cerca de una hora. Para las prácticas, se divide el grupo principal en subgrupos de unas cinco personas. Mientras unos están haciendo una actividad otros están realizando otras, es decir, no hay nadie parado.

En mi opinión, no sólo es mejor conductor el más hábil al volante, sino aquél que es capaz de anticiparse y prever lo que puede pasar mucho antes de que llegue (esto también se aprende en el curso y está directamente relacionado con la prudencia). Para ello hay que dedicar a la conducción toda la atención e interés posible. Si, después de haber sido diligentes y cuidadosos en las apreciaciones surge una situación de emergencia, será mucho mejor haber realizado no uno, sino varios cursos de conducción. Es difícil asimilar en un sólo día toda la información y las sensaciones que produce.

Aunque la destreza de cualquier conductor puede mejorar después de realizar un curso de éstas características, lo más importante es que la actitud antes y después de realizar el mismo cambia. Según nos cuentan los monitores del curso, «cuando los alumnos finalizan el curso se dan cuenta que conducen mucho peor de lo que pensaban, y eso es bueno».