El Forester está más cerca de un turismo que de un todo terreno, pero se desenvuelve por caminos mejor que algunos todos terreno ligeros (o «SUV»). Me parece una alternativa preferible a la mayoría de los todo terreno ligeros para todo el que no esté pensando en hacer recorridos por zonas muy agrestes.
Por carretera no es igual que un turismo normal, porque va más alto y tiene unos neumáticos de compromiso (para campo y carretera). Pero el tacto que tiene el Forester se parece más a un turismo que el que tienen coches como un Honda CR-V, un Land Rover Freelander o un Toyota Rav4. Por caminos tiene dos cualidades muy positivas: una suspensión que absorbe relativamente bien los baches o piedras, y un sistema de tracción eficiente.
Solo está disponible con motor de gasolina, y no habrá un Diesel a corto plazo. Es un cuatro cilindros bóxer con dos litros de cilindrada, del que hay una versión atmosférica de 125 CV y otra turboalimentada de 177 CV.
Creo que el primero es más indicado para caminos y el segundo para carretera; la diferencia entre ellos no es solo la potencia, también lo es el bastidor y las ruedas. Ambos motores están disponibles con caja de cambios manual de cinco velocidades, o bien automática de cuatro.
Con relación al Forester que se vendía anteriormente, cambia el aspecto exterior de la carrocería, la estructura y el equipamiento, además de otros elementos.
El precio está entre 25.350 y 30.950 €, según el motor y la caja de cambios que lleve. Cuesta menos que cualquier familiar de tracción total (sin aptitudes todo terreno), a excepción del Subaru Impreza y algunas versiones del Subaru Legacy. Lo que más cerca queda en precio es un Volkswagen Passat Variant Trendline 2.3 V5 170 CV 4Motion, un coche mayor y con más equipamiento.
Si lo comparamos con todo terreno ligeros, el único que cuesta menos es el Hyundai Santa Fe 2.4 GLS. El Toyota Rav4 2.0 5p Luna y el Land Rover Freelander 4x4 Excursion 1.8i S tienen un precio semejante, pero con menos equipamiento.