El SEAT León FR 2.0 TDI CR 184 CV cuesta 26 300 euros con cambio manual de seis marchas y 28 000 con cambio automático de seis velocidades «DSG». Si buscamos en la base de datos de coches de km77.com, turismos Diesel entre 4,10 y 4,40 metros, entre 165 y 200 caballos de potencia, salen estas alternativas. El León FR es, junto al Opel Astra con el motor Diesel de doble turbo y 195 CV, el más barato.
Exceptuando ese Opel, el resto de vehículos que cumplen con esos requisitos son el Alfa Romeo Giulietta 2.0 JTDm 170 CV, el Volvo V40 D4, el BMW 120d, el Mercedes-Benz Clase A 220 CDI y el Volkswagen Golf GTD en algunos casos con diferencias muy grandes de precio respecto al modelo de SEAT.
El León FR 2.0 TDI CR 184 CV me parece que puede ser muy satisfactorio para quien necesite un coche veloz (en curva y en recta), cómodo y que gaste poco carburante. A mi juicio, representa un claro avance respecto al anterior León FR, avance que he notado en capacidad de aceleración (algo normal dado que el nuevo tiene 14 caballos más de potencia) y en mayor medida en suavidad y comodidad de marcha.
El motor Diesel del León FR de 184 caballos de potencia solo se oye con claridad al ralentí y en ciudad. Da casi lo mismo que haya alcanzado, o no, su temperatura de funcionamiento. Es un ruido poco atenuado que recuerda claramente que vamos conduciendo un coche Diesel. Sin embargo, ese ruido se hace mucho menos evidente a las velocidades habituales en carretera. De hecho, a unos 120 km/h el ambiente en el interior de este SEAT León es bastante silencioso.
El SEAT León 2.0 TDI 184 CV FR también permite viajar con comodidad porque su amortiguación aísla bien del estado de la carretera. Es más firme que otros SEAT que he probado hasta el momento (todos ellos menos potentes y con un esquema distinto de suspensión trasera) pero, desde luego, no es incómodo.
La amortiguación tiene el punto justo de dureza para contener bien los movimientos de la carrocería, pero ello no implica que tenga poca capacidad para absorber las irregularidades. Creo que este León FR es más cómodo que el Volkswagen Golf VII TDI 150 CV con equipamiento «Sport» que conduje hace ya varias semanas (no tengo la referencia muy reciente). Más cómodo no quiere decir más blando: precisamente ahí radica la buena puesta a punto que SEAT ha hecho en este modelo. Cuando el SEAT León pasa sobre las irregularidades, éstas llegan al interior de forma sólida, con firmeza, pero sin producir movimientos violentos a los ocupantes.
Que el SEAT León FR tiene una puesta a punto muy buena de la suspensión se percibe incluso desde fuera. Durante la sesión de fotos, el fotógrafo —Nacho Oller— me dijo por el «walkie talkie» algo así como «¡cómo se ve el coche en las curvas!. Pasas muy rápido, pero la carrocería se inclina poco. Desde fuera impresiona. Además, hay un bache en mitad del apoyo, pero el coche pasa sobre él sin descolocarse». Suscribo por completo este comentario.
También es fácil de conducir y suave de reacciones. Es fácil llevar rápido, por una parte, porque se aparta poco de la dirección que el conductor indica con el volante. Por otra, la entrega de potencia —que se puede dosificar bien con el pedal del acelerador— facilita que el coche se mueva con fidelidad a las necesidades del conductor.
Con este coche se puede ir deprisa en curva, pero también en recta. Según nuestras mediciones, el tiempo mínimo que necesita en pasar de 80 a 120 kilómetros por hora son 5,2 segundos, que es un dato bueno para la potencia disponible. En esta tabla se puede ver cómo queda situado en relación a sus rivales. Esta medición está hecha usando todo el rato la tercera marcha. Hice la misma medición usando la tercera y la cuarta marcha (cambiando de una a otra a 4000 rpm, en mitad de la medición) y el resultado fue ligeramente peor, 0,1 segundos más lento. Este motor da la potencia máxima a 4000 rpm, pero hasta unas 4500 aún mantiene buen empuje. Usando la tercera y la cuarta, posiblemente ha sido más lento por el tiempo que se pierde en cambiar de marcha.
Considero que la motricidad es buena. Si se acelera a fondo en segunda marcha a la salida de las curvas lentas, la rueda delantera interior patina algo, pero poco. Se nota que el «XDS» —la función del control de estabilidad que frena la rueda interior en los virajes en el caso de que patine— hace su función correctamente.
El consumo de carburante que hemos medido ha sido bajo. No excepcionalmente bajo, pero sí bueno teniendo en cuenta la potencia disponible. En el recorrido que aparece destacado aquí, el consumo real ha sido de 6,2 l/100km, 0,4 décimas superior al que medimos en condiciones parecidas con el SEAT León 1.6 TDI de 105 caballos. No parece un incremento muy grande teniendo en cuenta los 79 caballos de potencia que hay de diferencia. Sin embargo, esos 6,2 l/100 km se quedan lejos del que posiblemente sea el coche con la mejor relación entre prestaciones y consumo de la actualidad en este nivel de potencia: el BMW 120d de 184 caballos con cambio manual, que en esa medición consiguió quedarse en 5,4 l/100 km.
Los frenos pueden parecer satisfactorios o no en función del uso que se les dé. Cumplen muy bien si normalmente no se van a realizar con frecuencia frenadas muy intensas (en frenadas puntuales, por bruscas que sean, su poder para detener el coche es muy grande). Pero en un uso deportivo, donde se solicita gran capacidad de detención de forma continuada, se pierde capacidad de frenada. Lo primero que se nota es que los frenos desprenden un olor muy desagradable y que el pedal se hunde más de lo normal.
La versión que he probado contaba con la caja de cambios manual de seis velocidades. Es un cambio de recorridos cortos entre marchas, rápido y que se acciona con poco esfuero. Sin embargo, hay un aspecto que no me ha convencido y es que, en ocasiones, justo después de desengranar la marcha atrás y tratar de meter la primera, volvía a engranarse la marcha atrás. No sé exactamente a qué responde, porque en ocasiones me ha ocurrido y en otras no. Tengo la impresión que me ha pasado sobre todo cuando no dejaba el cambio en punto muerto durante uno dos o tres segundos antes de meter la primera velocidad. No les ha pasado a todas las personas de km77.com que han conducido este coche.
Los asientos de esta versión FR sujetan el cuerpo mejor que los de las versiones menos costosas y también son cómodos. Son unos asientos buenos y en consonancia con el planteamiento general del coche. Lo que no nos ha gustado tanto es el tapizado de piel, aparentemente un poco basto, y no nos ha parecido de gran calidad al tacto. Hubieramos preferido la tapicería de tela.
Nuestra unidad tenía instalados los faros de diodos luminosos («Full Led», según SEAT). En el blog Celedonio & Cogolludo hay algunas consideraciones y un vídeo ilustrativo sobre su funcionamiento.