SEAT ha cambiado toda la zona media y alta del salpicadero. Las salidas de aire son distintas, el volante es nuevo, la pantalla central está más arriba y el sistema operativo es más moderno. También hay nuevas tapicerías. No hay cambios en nada concerniente al espacio para los pasajeros y el maletero.
El sistema de información y entretenimiento que hemos probado es el más avanzado de los disponibles. Tiene una pantalla de 9,2 pulgadas, sistema de navegación por GPS y conectividad inalámbrica con Android Auto y CarPlay. Su manejo no entraña ninguna dificultad en tanto que uno enseguida se familiariza con la organización de los menús. Además, como la pantalla está situada más alta que en el Ibiza 2017 (imagen), se desvía menos la mirada de la carretera. Esta tiene una calidad gráfica normal y responde con rapidez al tacto, aunque en un par de ocasiones el sistema se quedó congelado y acto seguido se reinició.
El sistema de reconocimiento de órdenes vocales es más avanzado y se puede invocar sin pulsar ningún botón, basta con decir «Hola Hola» y después dar la orden. Como es cada vez más habitual, el multimedia está conectado a internet mediante una SIM virtual y esto permite, entre otras cosas, la consulta de datos en tiempo real de cosas como el estado del tráfico o localización de garajes cercanos. Desde una aplicación móvil específica (SEAT Connect), también es posible consultar algunos datos del vehículo, abrirlo y cerrarlo de manera remota o encender las luces y los intermitentes.
Por suerte, en el Ibiza sigue habiendo mandos físicos para manejar el sistema de climatización, algo que en León ha pasado a estar incluido en la pantalla y que hemos criticado porque nos parece, por motivos de comodidad y seguridad, un paso atrás.
La instrumentación de pantalla Digital Cockpit funciona muy bien. Mide 10,25 pulgadas de diagonal y todos los datos que muestra, que pueden ser muchos, se ven incluso con el sol pegando directamente en ella. Las animaciones gráficas se mueven con fluidez y se puede elegir entre tres diseños (no muy distintos entre sí), que se alternan pulsando el botón View que hay en el brazo derecho del volante (imagen). Es posible, además, visualizar el mapa del navegador del vehículo a pantalla completa, pero no, por ejemplo, el de Google Maps en caso de estar utilizando Android Auto.
El contorno de la salidas de aire está iluminado por unos ledes de colores (imagen). No aporta nada al habitáculo más allá de un toque de color y personalización. Las dos entradas USB que hay enfrente de la palanca del cambio ahora son de tipo C (imagen); en el anterior Ibiza eran 2.0 (imagen).
Descontando lo comentado hasta este punto, todo lo escrito en las impresiones del interior del Ibiza 2017 es aplicable al Ibiza 2021. Así, las plazas traseras continúan siendo de las mejores de su categoría en lo relativo al espacio. Una persona de 1,85 metros cabe bien detrás de otra de la misma talla. Y dos viajarán en esta fila sin quejas por falta de anchura; tres ya no, como en todos los modelos de este segmento.
Lo que se echa en falta en estas plazas es una mayor atención hacia sus ocupantes. Por ejemplo, no hay un plafón de iluminación en el techo (sí en el Škoda Fabia y el Volkswagen Polo), no hay asideros en el techo (sí en el Fabia y el Polo) y tampoco hay salidas de aire en la consola central (sí en el Fabia, no en el Polo). También son detalles como que las manijas de las puertas sean de plástico negro (imagen) y no cromadas como en las plazas delanteras (imagen) y como en las traseras del Fabia (imagen) y el Polo, que los ISOFIX no estén tan a la vista como en el Fabia y el Polo o que el tapizado del techo sea negro, lo cual no ayuda a crear sensación de amplitud (aunque luego la haya).
El maletero es grande, tiene 355 litros de capacidad. Como se ve en esta foto, da para meter una maleta grande (72 x 45 x 29 centímetros), una mediana (61 x 41 x 26 cm) y una pequeña (52 x 36 x 22). O como se ve en esta otra, una maleta grande, una pequeña y un carrito infantil plegado con las ruedas quitadas.
Tan solo el Škoda Fabia tiene más maletero (380 litros). El Hyundai i20, el Renault Clio y el Volkswagen Polo se quedan cerca (352, 340 y 351 litros respectivamente). Este es un listado comparativo ordenado por volumen de maletero de turismos actualmente a la venta en España que miden entre 3,90 y 4,15 metros de longitud. La versión 1.0 TGI tiene menos capacidad (262 l) debido al espacio que ocupan los depósitos de gas natural.