Es un prototipo de dos plazas y sólo 1.276 mm de alto, que muestra algunas soluciones técnicas que difícilmente llegarán a un coche de producción, como el sistema empleado para acceder al interior.
El Aero X no tiene puertas propiamente dichas, sino que el conjunto de parabrisas, techo (que es de cristal) y laterales del habitáculo se levantan hacia adelante como la cabina de algunos aviones y algunos prototipos de los 70. La altura libre necesaria para que pueda hacerlo es de 1,8 m.
Los ocupantes tienen una visión de 180 º, ya que no hay montantes delanteros. El parabrisas tiene un recubrimiento hidrófugo que hace innecesario el uso de unas escobillas para limpiarlo. El maletero se encuentra detrás y se accede a él abriendo el portón trasero. La carrocería es de fibra de carbono.
El cuadro de instrumentos no tiene indicadores de aguja. Unas superficies de un material acrílico hacen las veces de pantalla y muestran la información con gráficos en tres dimensiones. Entre los indicadores hay uno de la cantidad de etanol o gasolina que queda en el depósito.
En el túnel central hay una palanca con forma de «joystick», similar a la que se usa en los aviones, para abrir y cerrar la cabina desde el interior. Cuando este mando está en la posición más baja (la cabina cerrada) hace las veces de palanca de cambio de marchas, permitiendo seleccionar entre el modo automático o secuencial; cuando se elige este último, las marchas se cambian desde unas levas que hay en el volante. En el centro de la palanca hay un botón verde de arranque.
El interior es de color oscuro, salvo las pantallas y los asientos, que son del color de la carrocería.
El motor es el 2.8 V6 que tiene el Saab 9-3 Aero (prueba de esta versión) pero con diversas variaciones para que pueda dar hasta 400 CV. El cambio principal es que funciona indistintamente con gasolina o bioetanol. Según las simulaciones que ha hecho Saab con ordenador, el Aero X aceleraría de 0 a 100 km/h en 4,9 s.
Cuando funciona con E100 (bioetanol sin mezclar con gasolina y con octano 106) alcanza mayor potencia (400 CV) que con gasolina, ya que hay menor riesgo de detonación. El bioetanol es un combustible renovable que no aumenta la cantidad de CO2 de la atmósfera, ya que la cantidad que emite al servir como combustible es la misma que absorben las plantas, de las que se extrae, durante su crecimiento.
Otras diferencias con el Saab 9-3 Aero es que, en este prototipo, el motor va colocado en posición longitudinal, tiene un sistema de inyección directa, la admisión y el escape son variables en fase, el sistema de lubricación es por cárter seco y la relación de compresión es más alta, 12,1 a 1 (9,5 en el otro). Además los dos turbocompresores son de entrada variable. Alcanza la potencia máxima a 5.000 rpm. El par es de 500 Nm entre 2.000 y 5.000 rpm.
La tracción es a las cuatro ruedas. La suspensión es independiente, de paralelogramo deformable en los dos ejes, y está controlada electrónicamente. Los frenos son de 380 mm de diámetro y llevan pinzas de ocho pistones.
Las llantas tienen un diseño de turbina que al estar en movimiento extrae el aire del interior, refrigerando los frenos; por lo tanto son distintas las del lado izquierdo y las del derecho. Las delanteras son de 22", las traseras de 23".
Todas las luces, tanto las del interior como las del exterior, son de diodos luminosos. En los faros, los diodos van colocados por detrás de una lente; durante el día, otros leds de menor intensidad, y de color verde, iluminan el faro. Detrás no hay pilotos sino una banda translúcida que recorre la parte posterior. En su interior están los diodos, cuando se enciende el correspondiente a una función (por ejemplo la de freno), la luz se difumina distribuyéndose de forma uniforme y disimulando que es una luz puntual.