El Zafira, con el motor Diesel de 150 CV, no es especialmente silencioso comparado con una berlina. Los monovolúmenes, en general, son más ruidosos que las berlinas, porque todos los ruidos resuenan más en el interior. El motor Diesel de 150 CV no es especialmente silencioso cuando está frío, pero una vez caliente se percibe poco.
Es muy agradable de utilizar, tiene potencia suficiente a bajas revoluciones y también cuando sube de régimen. Según nuestras mediciones, esta versión del Zafira tiene unas prestaciones normales y algo más lenta que otros monovolúmenes con motor TDI de 140 CV (que siempre han sido particularmente rápidos para la potencia anunciada).
Consume poco. En un recorrido por autovía a 130 km/h de crucero en bajadas, a 120 km/h en subidas y en torno a 125 km/h en llano, con poco tráfico y un promedio de 116 km/h, el consumo ha sido de 6,2 litros/100 km según el ordenador de viaje y de 6,5 según la medición realizada al rellenar con el surtidor (el error del medidor de consumo, según mis mediciones, se ha situado en torno al 4%). El ordenador de viaje, con medición independiente para dos recorridos, da información de los litros de combustible consumido, que resulta muy útil para saber, con facilidad, por ejemplo, cuánto combustible puede entrar en el depósito.
El Zafira Sport CDTi 150 CV lleva de serie la suspensión rebajada 15 mm. La unidad que hemos probado en km77.com llevaba también el sistema IDS Plus (regula automáticamente la dureza de la amortiguación). Con estas especificaciones, el botón «Switch Sport», que también es de serie, me parece innecesario. El coche no balancea excesivamente, resulta muy agradable de conducir y la dirección transmite bien al conductor lo que sucede ente las ruedas y el asfalto.
En carretera de muchas curvas y sobre buen asfalto el «Switch Sport» no molesta y da un tacto más deportivo al coche (modifica la dureza de los amortiguadores, la asistencia de la dirección, el tacto del acelerador y, si lo tiene, la rapidez del cambio automático), pero, salvo en contadas ocasiones, no le veo utilidad porque el cambio de firmeza en la suspensión no nos parece ventajosa en el Zafira y que la respuesta del acelerador sea más directa no hace que el coche sea más rápido.
La forma del freno de mano (un asa con dos palancas) no aporta comodidad ni roba menos espacio. En todo caso, sucede al contrario.
Anteriormente habíamos probado la versión con motor 1.9 CDTi 8v 120 CV del Zafira de 2005. Esas impresiones de conducción se mantienen vigentes para el modelo que se ha remodelado en 2008.