Los 125 CV del Opel Vectra 2.2 DTi están muy bien repartidos por todo el régimen de giro del motor. A bajas vueltas, casi desde el ralentí, el motor empuja con fuerza hasta llegar al límite. Es un motor soberbio si tenemos en cuenta su potencia, no si pensamos en la cilindrada, ya que hay motores de menos capacidad y respuesta similar. No resulta especialmente suave (el motor del 406 resulta claramente mejor en este aspecto) ni silencioso, ya que dentro del habitáculo se oye mucho en frío y en aceleraciones a baja velocidad.
En un recorrido de 534 km realizado en su mayoría por autovía (420 kilómetros), con dos personas a bordo, a una velocidad de crucero de 140 km/h, 30 km de atasco severo y el resto repartido entre recorrido urbano y semiurbano (conductor solo), el consumo fue de 35,3 litros o lo que es lo mismo 6,6 litros cada 100 km.
El ordenador de a bordo, anunciaba un consumo de 34,6 litros para ese recorrido y una media ligeramente inferior. Toda la instrumentación es muy precisa. La aguja del velocímetro estaba desplazada un ángulo equivalente a 4 km/h en todo su recorrido y el cuenta kilómetros era prácticamente exacto: 1000 metros del indicador corresponden a 996 reales, un error despreciable.