El notable motor de este coche está perfectamente acompañado por la carrocería de esta versión sport. En autovía, los ruidos aerodinámicos son mínimos y el motor tampoco se oye demasiado a velocidad estable. No hay ruidos en el salpicadero y se viaja con mucho confort.
En carretera de doble sentido, donde haya que realizar adelantamientos, el motor responde con celeridad a las demandas del conductor. Muy satisfactorio. Y por carretera de curvas, las suspensiones resultan suficientemente enérgicas como para evitar un balanceo excesivo de la carrocería y permite pasar por curva con rapidez y comodidad.
Si se investiga más a fondo en las posibilidades del coche, se aprecia una característica que lo diferencia de otros coches de este tamaño. El eje posterior no se queda anclado en el suelo, sino que ayuda a redondear los virajes en función de las solicitaciones de acelerador y freno. Es una característica que algunos conductores apreciarán y otros que no. No resulta ni más estable ni menos estable por este motivo, porque en ningún caso la zaga da latigazos.
Las sensaciones agradables que se aprecian en carretera quedan redondeadas por un equipo de frenos que en nuestra unidad de pruebas al menos, resultaba excepcional. Buen tacto del pedal incluso con los frenos muy calientes después de bajar un puerto. No sólo buen tacto. Distancias de frenado reducidas incluso con los frenos muy calientes y también con los frenos fríos.