Consumo y autonomía
La versión de la Combo-e Life que hemos probado era la más equipada de toda la gama (Elegance Plus) y, por ello, también la de menor autonomía. Opel dice que con ella se pueden llegar a recorrer hasta 280 kilómetros (WLTP), pero nosotros solo hemos conseguido 240 y en condiciones muy favorables: ciudad y alrededores (vías de circunvalación), conduciendo con mucha suavidad, a una velocidad ligeramente inferior a la del resto de usuarios de la vía y sin utilizar elementos de consumo como la calefacción. Eso sí, también hay que tener en cuenta que durante los días de prueba la temperatura exterior fue muy baja, no superior a los 8 grados en ningún momento (el frío afecta negativamente al consumo de los coches eléctricos).
En este recorrido, el consumo medio mostrado por el ordenador fue de 18,1 kWh/100 km, es decir, menor que el homologado para esta versión (19,7 kWh/100 km). A priori puede parecer extraño consumir menos de lo que dice el fabricante y, sin embargo, conseguir una autonomía inferior, pero lo cierto es que tiene una explicación: para determinar el consumo medio, Opel (y todas las marcas) tiene en cuenta las pérdidas que se producen a la hora de recargar la batería por completo tras realizar el ciclo de homologación.
Si se conduce de una manera más despreocupada, a una velocidad superior y utilizando con normalidad el climatizador y otros elementos de confort (esta versión tiene asientos calefactables, por ejemplo), el consumo mostrado por el ordenador de viaje suele ser de entre 20 y 22 kWh/100 km, que resulta en una autonomía de entre 200 y 220 km.
En autopista el consumo es mucho más elevado y hace de la Combo-e Life un vehículo muy poco adecuado para hacer viajes siquiera de longitud media. En nuestro recorrido de consumo habitual, en el que circulamos a una velocidad media de 120 km/h y sin usar el climatizador, la Combo-e Life gastó a razón de 23,7 kWh/100 km. Es un dato alto en términos generales y que supone no poder recorrer más de 180 kilómetros entre recargas. Y eso agotando la carga de la batería por completo, una práctica que no resulta recomendable de cara a la salud de la misma. Si se utiliza solo el 70 % de la carga (del 10 al 80 %, por ejemplo), la autonomía queda reducida a unos escasos 120 kilómetros.
Hasta la fecha no hemos probado furgonetas eléctricas equivalentes a la Combo-e Life y, por tanto, no tenemos datos de consumo por autopista con los que comparar. No obstante, los que obtuvimos con otros modelos del Grupo Stellantis que montan este mismo sistema propulsor (aunque en distintas carrocerías), pueden servir como referencias: 19,5 kWh/100 km en el Citroën ë-C4, 20,9 kWh/100 km en el Opel Corsa-e y 21,2 kWh/100 km en el Peugeot e-2008. Con la Toyota Proace Verso Electric, una furgoneta más grande y con batería de mayor capacidad pero con el mismo motor eléctrico de 136 CV, el consumo para este recorrido fue de nada menos que 33,2 kWh/100 km.
Es muy probable que todas estas cifras sean mejores en otras épocas del año en las que la temperatura ambiental sea más alta (primavera o verano), pero son solo conjeturas que no podemos confirmar hasta que hagamos las pruebas correspondientes.
Recarga
En corriente continua, la potencia máxima de carga que Opel anuncia para la Combo-e Life es de 100 kW y nuestras mediciones lo confirman casi al kW (de hecho hemos llegado a ver un poco más, 103 kW sostenidos). No obstante, como es habitual, dicha potencia solo se alcanza durante un periodo de tiempo determinado, hasta que la carga alcanza un nivel medio.
En una estación de carga rápida (tiene capacidad para suministrar hasta 350 kW) hicimos una recarga desde el 9 hasta el 100 %, un proceso para el que fue necesaria una hora y media exacta y en el que la batería recibió 45,918 kWh (24,78 € de coste, a 0,54 €/kWh). A continuación hay una curva de recarga de dicha estación en la que se aprecian las distintas fases por las que pasa la misma:
Nada más conectar la manguera, la potencia alcanza los 100 kW (los supera ligeramente, de hecho) y los mantiene estables hasta que la batería llega al 35 % (aproximadamente). Posteriormente se dan varias fases en las que la potencia va disminuyendo de manera gradual: hasta el 60 % carga a 80 kW, del 60 al 80 % carga a 60 kW, del 80 al 95 % carga a unos 20 kW y de ahí hasta el final, a solo 5 kW. La curva de recarga es prácticamente idéntica a la de otros modelos del Grupo Stellantis con el mismo sistema propulsor (Citroën ë-C4 o Peugeot e-2008, por ejemplo), salvo en el tramo porcentual que va del 80 al 100 %. En ese tramo, la potencia media es de aproximadamente la mitad, que traducido a tiempo supone una media hora más (aproximadamente) para una misma recarga.
A modo resumen, estos fueron los tiempos calculados para los distintos tramos porcentuales observados en dicha recarga:
- Del 9 al 80 % en 32 minutos
- Del 9 al 90 % en 48 minutos
- Del 9 al 100 % en 1 hora y 30 minutos (10 minutos menos de los estimados por el vehículo)
- Del 80 al 100 % en 59 minutos
- Del 90 al 100 % en 41 minutos
Estos son los tiempos y el coste de recarga en un punto de corriente contínua de muy alta potencia, los que se suelen encontrar en las vías principales de paso y grandes ciudades, pero lo más recomendable desde el punto de vista económico (y también de salud para la batería) es hacerlo en un punto de carga doméstico con corriente alterna. En este tipo de instalaciones y con una tarifa de 0,15 €/kWh (puede ser más o menos en función del contrato), el coste de una recarga completa es de aproximadamente 7,8 euros (52 kWh inyectados a la batería).
Con estos datos y tomando como referencia un consumo medio de 21 kWh/100 km (daría para unos 210 km de autonomía), el coste por cada 100 kilómetros sería de aproximadamente 3,8 €. Es decir, un coste similar al de un coche con motor de combustión que consuma unos 2,3 l/100 km (con el precio del litro de gasolina de 95 octanos a 1,65 €).
El cargador embarcado de serie de la Combo-e Life admite potencias de hasta 7,4 kW, que es un buen dato (7 horas y media para una carga completa), pero por 300 € se puede pedir uno trifásico de 11 kW (5,1 horas para una carga completa). La toma de carga de la Combo-e Life esta en la aleta trasera izquierda (imagen) y, como es habitual, alrededor de la misma hay una serie de testigos luminosos que, en función del color que muestran, tienen un significado u otro (en carga, carga programada, error en la carga, carga completa o en espera).
Durante la recarga, en la instrumentación hay datos sobre el nivel de carga de la batería, la autonomía, la velocidad a la que se está llevando a cabo (en km/h) y el tiempo estimado para su finalización (que suele ser ligeramente superior al real).