Encuentro dos motivos para desaconsejarlo como coche para usarlo principalmente por ciudad o para quien guarde el coche en plazas de garaje pequeñas.
Uno, la carrocería está muy expuesta frente a los típicos arañazos de aparcamiento. No hay molduras de protección por ningún lado y los dos paragolpes terminan en pico. Dos, maniobra mal dado que su diámetro de giro entre bordillos es grande (11,2 m).
La cámara trasera con pantalla en color es de serie. Me ha parecido interesante porque sirve para ver cosas que de otra manera quedarían fuera del alcance de la vista del conductor (como obstáculos que están justo detrás de la carrocería (bolardos o bordillos) y para evitar situaciones peligrosas (por ejemplo, si hay niños).
Como elemento para aparcar le he encontrado mucha utilidad como para calcular distancias. Con esta cámara se pueden apurar los centímetros hasta los obstáculos sin la incertidumbre que crean los sensores de aparcamiento (incluso los que tienen avisos acústicos y visuales). Al igual que en el Toyota Corolla Verso, la cámara del Primera, no cubre los extremos del paragolpes trasero (es decir, no sirve para ajustar el coche entre dos columnas). El Nissan no tiene guías de aparcamiento.