Las prestaciones que da su motor pueden ser suficientes para rodar carreteras donde no haya que adelantar en poco espacio, o que ganar velocidad rápidamente. El motor no es especialmente suave ni silencioso.
En caminos de tierra o carretera, hay que usar marchas cortas con relativa frecuencia para tener la adecuada fuerza de impulsión, y para evitar que el motor caiga por debajo de 2.000 rpm. Pese a ello, con la reductora engranada es capaz de subir una pendiente sin tener que acelerar.
Parte del recorrido previsto en la presentación discurría por zonas trialeras donde era muy importante el ángulo de ataque, la distancia libre al suelo y el recorrido de suspensión. En estas circunstancias el Patrol se desenvuelve muy bien y supera los obstáculos con facilidad, mejor que otros todo terreno. Así pues, para un uso de este tipo, el Patrol parece una de las mejores opciones. Para quien busque más que el coche sea cómodo en campo y que tenga mejor respuesta en carretera puede haber otras alternativas, como un Toyota Land Cruiser.
El Patrol tiene una dirección que obliga a mover mucho el volante en las carreteras más lentas, y algunos movimientos de carrocería típicos de los coches altos, pesados y con suspensiones orientadas al campo (por ejemplo, se descarga la parte trasera al frenar fuerte).
Los neumáticos de la unidad que conduje eran unos Bridgestone Dueler H/T. No puede tener control de estabilidad ni como opción. Como coche para viajar tampoco es los mejor que hay, dado que las suspensiones, siendo blandas, no aislan muy bien a los ocupantes.