Mecánicamente la diferencia más notable respecto a los Note anteriores (de 2006 y 2008) está en la suspensión. Los muelles delanteros son un 10% más blandos y la barra estabilizadoraes ahora un 40% menos rígida. Nissan también ha cambiado los amortiguadores.
Lo que ha hecho Nissan con estos cambios es un coche que puede ser más cómodo en carreteras irregulares y que balancea más en curvas, aunque no podemos comprobarlo porque no hemos conducido los dos modelos a la vez.
Las irregularidades llegan muy atenuadas al interior y el balanceo de la carrocería es ostensible en las curvas pronunciadas (si se circula a una velocidad elevada). Aunque la carrocería se puede mover mucho, el Note es agradable de conducir porque la dirección es precisa y tiene una dureza que me parece correcta tanto en ciudad como en autopistas o autovías.
Los neumáticos de nuestra unidad de pruebas eran unos Continental ContiEcoContact 3 en medidas 185/65 R15. Me han dejado la sensación de que la adherencia que dan (al menos en seco) es baja. Además, según nuestras mediciones, el Note ha necesitado una distancia más bien larga para frenar desde 120 km/h.
El Nissan Note no maniobra especialmente bien porque necesita más espacio para dar la vuelta completa que un Citroën C3 Picasso o que un Honda Jazz.
Nuestra unidad de pruebas tenía el motor Diesel más potente: 1.5 dCi de 103 CV (ficha técnica). Este motor tiene poca fuerza a bajas revoluciones —hay que hacer patinar en exceso el embrague para salir desde parado sin que el coche se cale—. Por ello su utilización en ciudad no es del todo agradable. Para un uso urbano y si se van a realizar pocos kilómetros quizá las variantes de gasolina tengan mejor respuesta en esas condiciones.
En carretera, una vez que se circula con lanzamiento, funciona de una manera más satisfactoria. Según nuestras mediciones, ha necesitado 8,8 segundos para pasar de 80 a 120 km/h, que es más bien poco. En la misma medición un Citroën C3 Picasso HDI 110 CV es más lento.
El Note con motor Diesel de 103 CV gasta muy poco. En mi recorrido necesitó 5,7 l/100 km para realizar una media real de 120 km/h (más información sobre el recorrido). Con un consumo así, la autonomía es grande con el depósito de combustible de 46 litros de capacidad.
Curiosamente el velocímetro del Note que hemos probado indicaba una velocidad inferior a la real —a 120 km/h de velocímetro nuestra unidad de pruebas iba a una velocidad real de 127 km/h—. En la mayor parte de los coches los velocímetros suelen indicar una velocidad mayor a la real y raramente son exactos.
Todas las versiones, independientemente de que sean de gasolina o Diesel, van acompañadas de un cambio manual de 5 ó 6 velocidades. Solamente la versión de gasolina con motor 1,6 de 110 CV de potencia puede tener cambio automático de 4 relaciones. El Note con este cambio de marchas gasta más y es menos veloz que con el manual (ficha comparativa) y tiene un sobreprecio de 1.550 €.
La sensación que nos ha dejado la iluminación es que resulta insuficiente. Su haz de luz es corto (el de las largas también) aunque vaya colocado en su posición más elevada. También es irregular: existen pequeñas zonas dentro del haz de luz que que no quedan iluminadas. El color de la luz es demasiado anaranjado, no dan apenas claridad. No obstante no podemos hacer una valoración precisa porque nuestra unidad de pruebas tenía los faros mal regulados: el haz de luz del faro izquierdo apuntaba más alto que el derecho.