La aceleración de este Micra es la normal en un Diesel de su tamaño y potencia que no es de los más pesados. Ha sido algo más lento en aceleración que el Renault Clio con el mismo motor, pero la diferencia con él no es grande. Tampoco lo es mucho con relación a los utilitarios Diesel hasta 75 CV más rápidos que hemos medido, que son el Citroën C3 1.4 HDi 68 CV y el Opel Corsa 1.7 dTi.
La velocidad máxima está más limitada. El problema no es tanto que solo alcance 155 km (que ya es una velocidad ilegal en España), sino la reserva de aceleración que tiene en torno a 120 km/h. Cualquier otro utilitario de este tipo (todos tienen una punta en torno a 170 km/h) se desenvuelve mejor en torno a 120 km/h.
La desventaja del Micra en velocidad punta viene de su resistencia aerodinámica (el factor de resistencia es 0,69 m²) y también de unos desarrollos inusualmente cortos. A los 155 km/h llega a 4.090 rpm, pasado el régimen de potencia máxima.
El efecto de los desarrollos cortos es positivo para la recuperación. En aceleración, donde los desarrollos no son determinantes, el Micra es —por poco— de los más lentos. En cambio, en recuperación es más rápido que la mayoría de los coches que hemos medido. Eso lo hace un coche agradable de llevar por ciudad y en situaciones donde no hace falta toda la aceleración posible pero sí una buena respuesta del motor.
El efecto más negativo de estos desarrollos es el ruido que hace el motor; no sé si el problema será solo los desarrollos, pero el caso es que este motor me parecía más silencioso en el Clio.
En mi recorrido por carretera de sentido único, en este caso a una media real (descontando el error del cuentakilómetros) de 139 km/h, ha gastado 7,9 l/100 km. Me parece mucho, sobre todo si tenemos en cuenta que un Clio con el mismo motor, en el mismo recorrido y con unas condiciones semejantes, gastó 7,0. El Clio es más ligero, tiene menos resistencia aerodinámica y desarrollos más largos.
El consumo máximo que he obtenido con este Micra, por una carretera de montaña y constantes aceleraciones, ha sido 8,6 l/100 km. El ordenador marca menos consumo del real, quizá porque hace el calculo con la distancia que indica el cuentakilómetros, que es un cinco por ciento mayor de la real.
En todo caso, nunca es grande la repercusión en el coste por kilómetro de diferencias de consumo como las que hay entre utilitarios Diesel de poca potencia.