Con la unidad del 350Z que he probado en esta ocasión he conducido ya tres Nissan 350Z. En el primero que probé y en el que hemos tenido ahora en km77.com el embrague tenía el punto de acople en la parte alta del recorrido, lo que no resulta demasiado cómodo. Uno se acostumbra a ello y al final pasa prácticamente desapercibido, pero resulta más cómodo que el punto del embrague se encuentre en un lugar más bajo del recorrido.
A mi juicio, el problema principal del puesto de conducción es que la palanca de cambios se encuentra demasiado retrasada con relación a los pedales y el volante. No resulta una posición cómoda para realizar ningún cambio, si bien el paso entre cuarta, quinta y sexta se realiza con normalidad. En cambio, al pasar de tercera a segunda, las personas que se encuentren cómodas conduciendo cerca del volante, no podrán mover la palanca con soltura. De hecho, en dos ocasiones, al pasar de tercera a segunda erré el cambio y yo creo que el motivo se deba más a la posición de la palanca que a una dificultad propia de la caja para recibir la marcha.
A diferencia de la vez anterior, me sentí cómodo en los asientos. En el primer 350Z que me subí el respaldo no mantenía la posición y tenía que estar constantemente moviéndolo para recuperar la posición inicial. No me ha vuelto a pasar.
Además, las unidades actuales ya llevan dos roscas en la banqueta, por lo que puede regularse en inclinación y altura. Al regularla en inclinación el cuerpo puede quedar mejor encajado y se mueve menos. El respaldo y la regulación longitudinal de la banqueta se modifican eléctricamente.
Los asientos sujetan relativamente bien. Entiendo que las personas más altas quedarán más sujetas que las de estatura media, ya que el punto previsto para los hombros queda ligeramente alto. La piel que recubre los asientos no ayuda a mantener quieto al conductor, que en algunas curvas se llega a mover más de lo deseado.
El apoyo para el pie izquierdo queda un poco alejado para mi gusto y no se puede apoyar un pie grande. Si se calza más de un 41, el talón debe apoyarse fuera de la base del reposapiés y poner el pie de forma oblicua, porque no hay longitud suficiente para apoyar el talón y la planta.
El botón para desconectar el control de estabilidad está en el salpicadero, a la izquierda del volante y tapado por el grueso radio izquierdo del volante (al menos desde mi perpectiva). Al intentar pulsar ese botón a ciegas, lo más fácil es darle al botón del lavafaros.
La visibilidad hacia atrás no es buena. Es habitual en este tipo de coches con la luneta muy inclinada y anchos montantes. Eso no crea problemas en tráfico abierto, porque entre el retrovisor interior y los amplios retrovisores exteriores se controla prácticamente toda la zona posterior. Sí resulta difícil tomarle las medidas en maniobras y apreciar farolas o postes situados cerca de los montantes posteriores.