El espectacular despliegue de faldones y alerones que tiene el MG ZS 180 asemeja mucho su línea con la de un Superturismo de carreras. No ha sido casualidad, en MG han buscado ofrecer semejante imagen y lo cierto es que el coche transmite unas sensaciones muy deportivas. Salvando las distancias (sigue siendo un coche de calle), tiene un grado de exigencia y eficacia parecido al de un coche de carreras cuando se conduce al límite.
El motor KV6 de seis cilindros en V a 90° y 177 CV a 6.500 rpm no es espectacular en prestaciones y potencia pero sí más que suficiente para transmitir sensaciones deportivas en este modelo. El bloque y la culata son de aluminio, tiene cuatro válvulas por cilindro y una nueva centralita electrónica calibrada específicamente por MG para el ZS 180. Para ofrecer una respuesta más deportiva tiene unos soportes de motor duros y una nueva leva que acciona más rápido la mariposa de admisión. El funcionamiento de este V6 es enérgico, está bien equilibrado y sube con fuerza hasta 6.800 rpm. También destaca su agradable sonido, expresamente afinado gracias a un escape específico. La velocidad máxima anunciada es de 224 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos y tiene un consumo medio de 9,5 l/100 km.
El chasis del MG ZS 180 de 177 CV se desarrolló en circuito antes de comenzar el programa de fabricación. Comparte el mismo equipo de frenos y dirección con el ZR 160, con discos ventilados delanteros de 282 mm de diámetro y traseros macizos de 260 mm y una dirección muy rápida y precisa (2,75 vueltas entre topes). Las suspensiones tienen amortiguadores Delphi con doble sistema de válvula, aún siendo duras, no castigan en exceso a los pasajeros. Los muelles también son duros y de menor altura, los casquillos de absorción de los brazos inferiores delanteros son de caucho rígido y estrena una barra estabilizadora de 20 mm de diámetro en el eje trasero.
Nosotros hemos tenido ocasión de probarlo en el circuito británico de Pembrey y me ha parecido realmente eficaz y divertido de conducir para un conductor acostumbrado a ir rápido en curva. En conducción deportiva normal sobra estabilidad por todos lados, pero en conducción al límite es más exigente que el MG ZR y ZT y obliga a conducir con finura para sacar todo el partido al bastidor. Es muy directo en la entrada a las curvas y el eje trasero acompaña rápidamente con un deslizamiento muy progresivo, que se puede convertir en claro sobreviraje si no se conduce con la suavidad necesaria. Se mete con facilidad en curvas lentas, gracias a la viveza del eje trasero, pero en curva rápida nos puede llegar a sorprender si realizamos una conducción brusca o una trazada inapropiada. A pesar de su ligereza, las reacciones son muy progresivas y cualquier conductor con buen nivel es capaz de recuperar el sobreviraje sin problemas. Se agradecería un control de estabilidad, elemento que no está disponible ni en opción.
El manejo rápido del cambio, con desarrollos cortos y bien escalonados, la potencia y resistencia de sus frenos, equipados con un eficaz ABS (Bosch) que entra en acción sólo cuando es necesario, y la precisión de su dirección asistida rematan las sensaciones deportivas al volante del ZS 180.