El Mercedes-Benz SLS AMG Black Series es una versión más potente del SLS AMG. Está inspirada en la variante SLS AMG GT3 de competición. Lleva un motor V8 de 6,2 litros de cilindrada y 631 CV. Es el mismo que tiene el SLS AMG y el SLS AMG GT, aunque en éstos da 571 y 591 CV, respectivamente. Solo estará disponible, a principios de 2013, con carrocería cupé —hay una variante descapotable del SLS AMG, denominada SLS AMG Roadster—.
El SLS AMG Black Series acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 315 km/h. Es más rápido pero llega a una velocidad punta ligeramente menor que las otras dos variantes de la gama SLS AMG (fichas técnicas). El consumo (13,7 l/100 km) es medio litro superior al SLS AMG y el SLS AMG GT.
Mercedes-Benz ha realizado pequeños ajustes en el motor V8 del SLS AMG para esta versión «Black Series». Así, además de aumentar la potencia hasta 631 CV, ha incrementado el régimen de revoluciones máximas hasta 8000 rpm —7200 rpm en el SLS AMG— y ha modificado los siguientes elementos: válvulas, árbol de levas, bomba de aceite, cigüeñal, bielas y los sistemas de entrada de aire y de refrigeración del motor. Éste se fabrica en la planta que AMG tiene en Affalterbach (Alemania) y viene firmado por el técnico que lo ha ensamblado a mano.
Como el resto de versiones de la gama, el SLS AMG Black Series lleva cambio automático de doble embrague «AMG SPEEDSHIFT AMG DCT 7» de siete velocidades. Tiene cuatro programas de funcionamiento: «Confort», «Sport», «Sport +» y «Manual».
Tiene el mismo tipo de suspensión electrónica («AMG RIDE CONTROL») que el SLS AMG pero con mayor dureza y dos modos para conducción deportiva: «Sport» y «Sport +». El ancho de vías es mayor —20 milímetros en el eje delantero y 24 milímetros en el eje trasero—, las ruedas delanteras tienen unos soportes diferentes y la estabilizadora del eje delantero tiene unos ajustes distintos, todo ello para, según Mercedes-Benz, mejorar la estabilidad en curvas rápidas.
El SLS AMG Back Series tiene un diferencial en el eje trasero diferente al SLS AMG. E de este último es mecánico mientras que el de la versión «Black Series» es electrónico. Va situado dentro de la estructura de la transmisión. Ha sido desarrollado para que funcione asociado a los tres programas disponibles del control de estabilidad —«ESP ON», «ESP SPORT» y «ESP OFF»—, además de con la función «RACE START» que permite salir desde parado con la máxima aceleración sin que las ruedas pierdan adherencia.
La dirección asistida, variable en función de la velocidad, tiene diferentes ajustes que en el resto de la gama. Lleva discos de freno cerámicos y llantas de aleación ligera de menor peso (4 kg) y diferente diseño que los demás SLS AMG—están pintadas de color negro mate con acabado brillante y van montadas en neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 de medidas 275/35 R19 en el eje delantero y 325/30 R20 en el trasero—.
Opcionalmente puede tener un paquete («AMG Aerodynamics») con varios elementos de fibra de carbono como el alerón de la tapa del maletero (imagen) —fijo, no móvil como el de serie, que se levanta por encima de 120 km/h—, o la parte baja y los laterales del paragolpes delantero. Según Mercedes-Benz, estos componentes incrementan la carga aerodinámica.
Hay siete colores de carrocería para elegir, incuyendo el exclusivo amarillo «solar beam» (imagen) y el gris mate «designo magno alanite».
Es la quinta versión «Black Series» de un Mercedes-Benz tras el SLK 55 AMG Black Series (2006), el CLK 63 AMG Black Series (2007), el SL 65 AMG Black Series (2008) y C 63 AMG Coupé Black Series (2011).