Según nuestras mediciones, el GLE tiene la segunda fila de asientos más amplia de entre sus alternativas. No hay ninguna que ofrezca tanto espacio para las piernas y solo el BMW X5 y el Land Rover Discovery tienen una anchura similar entre puertas (tabla comparativa de mediciones del interior). La altura al techo es muy grande incluso cuando está instalado el techo de cristal opcional (imagen).
Como es habitual, la plaza central trasera no es tan cómoda como las laterales porque tiene un mullido más duro, una banqueta más corta y una forma que recoge menos el cuerpo. A pesar de ello, el GLE es un vehículo en el que pueden viajar atrás sin agobios tres adultos corpulentos. También puede viajar sin problemas un adulto entre dos sillitas infantiles. Aunque el suelo no es plano en la zona central, el espacio en los laterales es suficiente para albergar los pies del pasajero del centro.
En los GLE con siete plazas, la segunda fila de asientos siempre tiene los ajustes eléctricos (son el longitudinal y el de inclinación del respaldo; en los de cinco esto no es una opción). A la tercera fila se accede apartando los asientos de la segunda hacia adelante, una operación que se realiza accionando un botón situado en la parte superior de los respaldos (imagen). El movimiento que realizan los asientos es doble: primero deslizan por unos carriles y, más tarde, pivotan hacia delante (imagen). El mecanismo es suficientemente rápido. El recorrido longitudinal de la banqueta es de 12 cm y, aun en su posición más adelantada, hay espacio para que un adulto corpulento no toque los respaldos delanteros con las rodillas.
La tercera fila de asientos es una opción solo apropiada para niños. El primer motivo es que el acceso no está particularmente bien resuelto, lo que hace necesario disponer de cierta agilidad. Además, aquí el espacio longitudinal para las piernas es muy escaso para un adulto, incluso con la segunda fila de asientos en su posición más adelantada. Un Audi Q7 y, sobre todo, un Land Rover Discovery, tienen más espacio en las dos plazas posteriores.
De serie, las dos plazas posteriores se despliegan y recogen manualmente. No es una operación difícil o que requiera mucha fuerza, pero viene bien tener, de nuevo, cierta agilidad, sobre todo para desplegarlas: si se hace desde el maletero hay que escalar a él y si se hace desde una puerta lateral hay que introducir el cuerpo por el hueco que libera el asiento de la segunda fila. En opción, se pueden instalar unos motores eléctricos que realizan este trabajo. Se manejan mendiante unos botones ubicados en un lateral del maletero, junto a los que abaten y levantan la segunda fila de asientos (estos sí son de serie; imagen).
Los asientos del GLE van muy lejos del suelo, por lo que las personas pequeñas o con movilidad reducida no lo tendrán demasiado fácil para llegar a ellos. La suspensión neumática da la posibilidad de reducir la altura de la carrocería en 50 mm para facilitar el acceso. En cualquier caso, he echado en falta un asidero en los pilares que permita ayudarse con la fuerza del brazo a introducir el cuerpo en el coche.
Una vez dentro, el puesto de conducción me ha parecido muy bueno. Se va sentado más erguido que en un turismo, pero las piernas no van tan flexionadas como en otros todoterrenos. Por línea general, los mandos son fáciles de localizar y manipular, aunque ello no quita que pueda ser necesario un período de tiempo para interiorizar todas las funciones que puede tener este coche, que son muchas.
Los asientos de nuestra unidad de prueba eran unos opcionales con calefacción y ventilación, con ajustes adicionales de la anchura del respaldo y un sinfin de funciones de masaje. No he probado los de serie, pero por estos creo que merece la pena pagar (van incluidos dentro de un paquete de equipamiento con muchos otros elementos que se llama Premium Plus y cuesta 6028 euros; hay más detalles en nuestras fichas de equipamiento).
El GLE es un coche que también trata bien los ocupantes de las plazas traseras. Por ejemplo, los asientos posteriores pueden ir calefactados y, en caso de que esté instalada la opción de climatizador de cuatro zonas, hay una pantalla en la parte posterior de la consola desde la que se puede regular la temperatura de la zona trasera (imagen). En todos los asientos (incluidos los dos posteriores) hay al alcance puertos de carga de tipo C para dispositivos móviles (6 en total) y varios huecos donde depositar botellas u otros objetos. Todos los plafones de iluminación del habitáculo son muy efectivos.
Algunos otros elementos opcionales son las puertas con cierre suave automático (hay que aproximarlas a la carrocería de forma manual, pero la última parte está automatizada), calefacción en los apoyabrazos delanteros, persianas eléctricas en las puertas traseras, portabebidas climatizado (imagen) o un limpiaparabrisas con escobillas calefactadas, por ejemplo.
El portón del maletero tiene apertura y cierre automáticos de serie. Cuando los siete asientos están desplegados, queda espacio de carga suficiente para un carrito de bebé y una maleta de cabina, como se puede apreciar en esta imagen. Mercedes-Benz solo ha facilitado el volumen del maletero de las versiones de cinco plazas, que es 630 litros, que es casi lo mismo que un Land Rover Range Rover Velar (632 litros) y menos que las versiones con cinco plazas del BMW X5 (650 litros), el Volvo XC90 (721 litros), el Land Rover Discovery (723 litros) o el Audi Q7 (865 litros).
El maletero del GLE es, no obstante, amplio en términos absolutos y muy aprovechable gracias a sus formas regulares (imagen). Como en las demás alternativas, es recomendable adquirir alguno de los organizadores de carga opcionales porque todo acaba desperdigado por la superficie. En los cuatro extremos hay unos ganchos que permiten fijar la carga con una red y en el lateral izquierdo hay un bolsillo en el que cabe bien, por ejemplo, un kit de primeros auxilios (imagen).
Sobre el sistema multimedia MBUX ya hemos hablado largo y tendido en los artículos de otros modelos de Mercedes-Benz, como este del Clase A. Es destacable por la calidad de imagen que ofrecen ambas pantallas (la central y la de la instrumentación), las posibilidades de personalización y la abundancia de funciones que incluye (entre ellas una de reconocimiento de órdenes vocales muy avanzada). Lo único que le critico a este sistema es que puede resultar abrumador, precisamente por sus posibilidades de personalización, y resulta menos intuitivo navegar por los menús que en el sistema multimedia de un Audi Q7, por ejemplo.
El GLE puede tener como opción una función que se denomina Energizing. Consiste en una serie de guías de voz que, junto a la calefacción de los asientos y las distintas opciones de masaje, ayudan al conductor a relajar la postura al volante o concentrarse en la conducción, por ejemplo. Esta función tiene muchos programas distintos y su duración es grande; me ha dado la impresión de ser una buena idea y bien ejecutada (a pesar de ser totalmente prescindible).
Mención aparte merece el sistema de información proyectada en el parabrisas porque quizás sea el mejor que he probado en ningún coche. El área proyectada es enorme y ello permite mostrar muchos datos de forma clara en el cristal. Las indicaciones del sistema de navegación resultan especialmente buenas.
Este Mercedes-Benz deja una buena impresión de calidad interior, muy superior a la de otros modelos más pequeños de la marca; con ello me refiero a que la diferencia entre un BMW X5 y un Serie 2 Active Tourer, por ejemplo, no es tan grande como la que hay entre el GLE y un Clase B, que no nos pareció un producto bien resuelto para su precio en este sentido. Aun así, el interior de un BMW X5 parece más robusto y está ligeramente mejor acabado que el GLE.