El Mercedes-Benz Vision EQ Silver Arrow es un prototipo de coche eléctrico con 550 kW (748 CV). Tiene un único asiento colocado en posición central y carece de techo. Tampoco tiene puertas, pero para facilitar el acceso a su conductor parte de la carrocería se eleva (imagen).
El sistema de impulsión eléctrico está compuesto por dos motores (uno hace girar las ruedas delanteras y el otro las traseras) y una batería de 80 kWh de capacidad útil. El Audi PB18 e-tron (otro prototipo eléctrico) es menos potente (680 CV) y tiene una batería de mayor capacidad (95 kWh).
Es muy largo (5,3 metros) y su estructura está realizada con fibra de carbono. El habitáculo es lujoso, a diferencia del que tiene un coche de competición real: hay cuero, aluminio y madera (imagen). En el volante hay una pantalla y sobre él, más atrás, una segunda (imagen).
Algunas partes de la carrocería están iluminadas y las llantas (de 168 radios), parcialmente carenadas (imagen). Los neumáticos son de tipo «slick», es decir, lisos, aunque, como ocurre con los asientos, están decorados con la estrella de Mercedes-Benz; son de medidas 255/25 R 24 delante y 305/25 R 26 detrás.
Mercedes-Benz ha presentado este prototipo en Pebble Beach (California), lugar en el que anualmente se celebran diversas actividades sobre el automóvil. Según la marca, este coche esta inspirado en el coche de competición W 125, modelo que ganó la competición de Grand Prix en 1937 y que consiguió el récord de velocidad en carretera (432,7 km/h), logro que mantuvo hasta que, en 2017, el Koenigsegg Agera RS alcanzó 457,9 km/h.