El actual SL hace poca justicia a sus siglas, que significan «deportivo» y «ligero». Pesa 1.845 kg, 230 más que un BMW Z8, un coche igual de grande que el SL, pero que tiene un bastidor de aluminio (artículo sobre la fabricación del Z8).
En el SL son de aluminio el capó, las aletas delanteras, las puertas, la tapa del maletero, la pared que hay junto al depósito de gasolina, la estructura de los asientos, algunas estructuras deformables delanteras y traseras, las articulaciones de la suspensión trasera y el subchasis trasero. La cara interna de las puertas es de magnesio (artículo sobre este material); los paragolpes, el carenado inferior y —por primera vez— todo el depósito de combustible son de plástico.
Que el SL pese tanto se debe, en parte, a que Mercedes-Benz ha aumentado un veinte por ciento la rigidez torsional sobre el anterior SL (que ya tenía una rigidez notable para ser un descapotable). El 33 por ciento del acero con que está hecho el bastidor es de alta resistencia.
Mercedes-Benz ha cambiado la suspensión delantera McPherson del anterior SL por un paralelogramo deformable, compuesto por un triángulo superior y dos brazos inferiores. Otro cambio con relación al anterior SL es la dirección, ahora es una cremallera, más ligera que la de recirculación de bolas. Las articulaciones de la suspensión trasera son básicamente iguales, pero hechas de aluminio forjado (salvo la que soporta el muelle, que no es forjada).
Tiene cuatro discos ventilados, y los delanteros perforados: Los delanteros miden 330 mm y los traseros 300, parece poco para un coche que pesa lo que éste. Un BMW Z8 es mucho más ligero y tiene discos de 334 mm delante y 328 detrás. Las ruedas de serie son de 17", y opcionalmente de 18".