Este GLK se puso a la venta en junio de 2012 y su comercialización finalizó en el verano de 2015 (su sustituto es el Mercedes-Benz GLC). El GLK 2012 reemplaza al GLK 2008, pero no es un modelo completamente nuevo ya que en lo básico permanece sin cambios. Hay mejoras en el equipamiento y cambios en algunos motores —el principal es que la versión 350 CDI tiene 265 CV, 34 más— y en el aspecto exterior e interior.
Es un todoterreno de tamaño mediano que se distingue por su calidad y por lo confortable que es. Por tamaño exterior es más similar a un Audi Q5 que a un Q3 y queda a medio camino entre un BMW X1 y un X3. Por amplitud interior y capacidad del maletero, se asemeja más al Q3 y al X1 que a los otros dos.
Desde el exterior es posible distinguirlo por los nuevos faros —que además tienen aspecto diferente en función de si tienen bombilla halógena o son de xenón con iluminación adaptativa «ILS»—, los pilotos —con diodos ahora para la función de posición, además de la de freno—, las llantas y los paragolpes.
Desaparecen las diferencias estéticas entre la versión normal y la que tiene el «paquete técnico offroad». Ahora los paragolpes son idénticos y sólo los más observadores podrán distinguirlos por la diferencia de altura (30 mm) debida a la diferente suspensión. Otros elementos incluidos en este paquete son las protecciones en la parte inferior de la carrocería, un asistente de descenso de pendientes y un programa específico que modifica la respuesta del acelerador, la caja de cambios automática, la del ABS y la del control de tracción.
Sí es posible modificar el aspecto mediante un paquete denominado «deportivo Exterior AMG», en el que va incluido una suspensión más firme. Este conjunto lo tenía la unidad que hemos probado durante una semana y 1600 km.
La suspensión recibe algunos cambios. La de serie es 10 mm más baja que en el GLK anterior (altura libre al suelo, 177 mm), mientras que con el paquete «off-road» aumenta 30 mm (altura libre 207 mm). Antes había una suspensión deportiva que reducía la altura 20 mm, ahora esa suspensión deportiva modifica la firmeza pero no la altura.
No hay cambios en la habitabilidad (impresiones de interior) pero sí existen diferencias en el habitáculo. La modificación más importante es que en las versiones con transmisión automática la palanca selectora está ubicada en la columna de la dirección, en vez de entre los asientos, lo que ha permitido crear más espacio en esta zona para guardar cosas. Otros cambios son que la pantalla del cuadro de instrumentos es en color y que las salidas de ventilación son redondas (en lugar de rectangulares), similares a las que tiene el Mercedes-Benz Clase B. También es nueva la iluminación ambiente mediante diodos luminosos y los dos tipos de asientos (los de serie y unos «deportivos»), ahora con función de ventilación y nuevas tapicerías.
El equipamiento relacionado con la conducción y la seguridad ha aumentado notablemente. Ahora es posible tener un GLK con el «ATTENTION ASSIST» —que sirve para avisar al conductor cuándo debe hacer un descanso—, el «Active Parking Assist» —un sistema automático de aparcamiento—, programador de velocidad activo («DISTRONIC PLUS»), alerta de cambio involuntario de carril («Active Lane Keeping Assist») o asistente de ángulo muerto («Active Blind Spot Assist»). También es posible instalar un conjunto de cuatro cámaras que dan una imagen simultánea del contorno de la carrocería para maniobrar con mayor facilidad en lugares complicados pero que no hemos tenido la oportunidad de probar.
Si se instala el paquete de equipamiento para circular fuera de la carretera y las luces de xenón adaptativas «ILS», la iluminación tiene un programa específico («Offroad Light») pensado para mejorar la «orientación en el campo» (básicamente, lo que hace es dar un haz más abierto).
La pantalla de serie del salpicadero mide 14,7 centímetros de cada esquina a su opuesta en diagonal; opcionalmente hay una de 17,8 centímetros también en color, y entre otras cosas, con la posibilidad de tener sintonizador de televisión. En las plazas traseras pueden montarse soportes con regulación para la tableta iPad de Apple y una toma USB para cargar su batería.
Hay seis motores para elegir, con potencias comprendidas entre 143 y 306 CV. Los motores de las dos versiones denominadas 350 (de gasolina y Diesel cuando lleva la denominación CDI) son de seis cilindros. El Diesel de 143 es, únicamente, de tracción trasera mientras que el de 170 CV se ofrece con tracción trasera o total. Este último es el que hemos probado, da unas prestaciones buenas y un consumo bajo; su principal inconveniente es la falta de refinamiento en relación al conjunto del coche. Más información en las impresiones de conducción.
Gasolina | Diesel | ||||
Versión | CV | Tracción | Versión | CV | Tracción |
250 4Matic | 211 | Total | 200 CDI BlueEFFICIENCY | 143 | Posterior |
350 4Matic BlueEFFICIENCY | 306 | Total | 220 CDI BlueEFFICIENCY | 170 | Posterior/Total |
220 BlueTEC 4MATIC | 170 | Total | |||
250 BlueTEC 4MATIC | 204 | Total | |||
350 CDI 4Matic BlueEFFICIENCY | 265 | Total |
En la tabla que hay sobre este párrafo aparecen todos los motores disponibles. Son básicamente los mismos que tiene el GLK reemplazado (con pequeñas variaciones de consumo), salvo porque ahora el Diesel más potente da 265 caballos (en vez de 231 CV) y dos de ellos, los que llevan la denominación «BlueTec», tienen un tratamiento —mediante una solución acuosa de urea denominada comercialmente AdBlue— para que puedan cumplir la futura norma de emisiones Euro 6. Todos los motores llevan arranque y parada automáticos del motor durante las detenciones.
Las dos versiones de tracción posterior se pueden elegir con cambio manual o automático; el resto vienen de serie con cambio automático de siete marchas.
El GLK está a la venta desde 37 975 euros con motor Diesel de 143 CV, cambio manual y tracción trasera (versión 200 CDI BlueEFFICIENCY). La versión Diesel de 170 CV con cambio automático y tracción total (la que hemos probado) cuesta 44 475 euros, un precio similar al del Volvo XC60 (163 CV). Un Audi Q3 y un BMW X1 son más asequibles, mientras que un Audi Q5 (170 CV) y un BMW X3 (177 CV) son más caros.
Según los resultados obtenidos con el comparador de seguros, asegurar a todo riesgo sin franquicia un Mercedes-Benz GLK 220 CDI —en el caso de un conductor de 50 año, residente en Madrid y que recorra hasta 25000 km al año— cuesta en el caso más asequible (MMT seguros) 776 euros. En cambio, si optamos por la póliza con mayores coberturas (Génesis) cuesta 1330 €.