En el CLK hay pequeños cambios de aspecto y acabado, y nuevos motores de gasolina y Diesel. Por primera vez habrá un CLK descapotable con motor Diesel. Hasta el momento, sólo el CLK con carrocería cupé podía llevar un motor Diesel de cinco cilindros, 2,7 l y 170 CV.
Hay dos motores Diesel para el CLK. Uno es el de la versión 320 CDI, un seis cilindros de 224 CV (información técnica sobre este motor), que estará disponible con las dos carrocerías (cupé y descapotable). Lleva la caja de cambios automática de siete relaciones «7G-Tronic» (información técnica sobre esta caja).
El otro motor Diesel es el cuatro cilindros del CLK 220 CDI, que da 150 CV de potencia máxima y sólo estará disponible con carrocería cupé, no con el descapotable (prueba del C 220 CDI).
Los dos motores nuevos de gasolina son de seis cilindros: el CLK 280, de 231 CV, sustituye al CLK 240, que tenía un motor de 2,6 l y 170 CV; y el CLK 350, con 272 CV, reemplaza al CLK 320 (218 CV). El 350 tiene la caja «7G-Tronic». La aceleración de 0 a 100 km/h, que es el único dato que ha facilitado Mercedes-Benz, es claramente mejor con los nuevos (tabla comparativa).
El resto de motores siguen sin cambios. Por lo tanto, la gama consta de cinco de gasolina y dos Diesel, todos disponibles con las dos carrocerías, salvo el caso el CLK 220 CDI.
En una breve toma de contacto he podido apreciar que el ruido del motor Diesel del 320 CDI no resulta excesivo para un descapotable, incluso cuando está abierto.
Se nota claramente que es Diesel en el ruido y la relativa aspereza al acelerar (comparado con el 280 de gasolina, por ejemplo), pero una vez en marcha no ha diferencias grandes. En este caso, además, ocurre que ya a 120 km/h el ruido del aire (descapotado) impide oír el del motor o cualquier otro.
La respuesta del motor que lleva el 320 CDI me ha parecido buena, pero por los recorridos por donde lo hemos conducido resulta imposible saber si es mejor o peor que el del un Audi A6 3.0 TDI, un BMW 530d o un Jaguar S-Type 2.7 D. También he tenido ocasión de conducir brevemente la versión 280 de gasolina y la impresión ha sido buena, sobre todo por suavidad y ruido; de las prestaciones o el consumo no puedo decir nada.
El diseño exterior varía poco. Cambian el paragolpes delantero y la parrilla del radiador, que ahora es de tres láminas en vez de cuatro. Los pilotos traseros son ligeramente diferentes.
Mercedes-Benz ha incorporado al CLK actual (y a las últimas unidades del anterior CLK) el sistema «Neck-Pro», un reposacabezas activo. Este dispositivo está diseñado para disminuir las posibles lesiones cervicales en caso de recibir un golpe en la parte trasera del coche. Cuando esto sucede, a partir de una determinada intensidad de choque, unos muelles empujan al reposacabezas hacia arriba (30 mm) y hacia delante (44 mm). Con una herramienta que viene en el coche se pueden volver a colocar en su posición inicial.
Todos los modelos llevarán de serie inidicador de pérdida de presión en los neumáticos y fijaciones Isofix para asientos de niños. Los faros de xenón para cortas y largas (opcionales) ahora llevan iluminación activa en curvas.
El diseño interior del «Avantgarde» tiene el cuadro de instrumentos de aluminio mate y los fondos de los relojes son blancos con el marco cromado. Los asientos están tapizados en tela e imitación cuero. En el «Elegance» predominan los tonos oscuros y el tapizado es de tela.
Hay un paquete deportivo opcional que lleva neumáticos 225/40R18 delante y 255/35R18 detrás, discos de freno perforados y suspensión deportiva que rebaja la altura de la carrocería 15 mm. En el caso de llevar cambio de marcha automático, también incluye botones para el cambio en el volante. El paquete AMG tiene unos bajos para los paragolpes, llantas de 18", silenciadores y terminales de escape, específicos.