El nuevo CLK es más grande que el antiguo en todas las dimensiones: mide 4.638 mm de largo, 1.740 mm de ancho y 1.413 mm de alto. Comparado con su antecesor es 71 mm más largo, 18 mm más ancho y 42 mm más alto.
Por lo tanto, es claramente más largo que un BMW Serie 3 Coupé (4.488 mm) y más corto que un Volvo C70 (4.716 mm).
La batalla crece 25 mm, hasta 2.715 mm. Esto, unido a las mayores dimensiones exteriores ha permitido mejorar la habitabilidad. No tenemos mediciones interiores del anterior CLK, pero las que hemos tomado del nuevo modelo coinciden en buena medida con las declaradas por el fabricante.
Así que, comparando los datos que da Mercedes-Benz me atrevo a decir que el nuevo modelo es más grande en todas las cotas: según la marca se ha ganado 24 mm en altura delante, 12 mm en altura detrás, 40 mm en espacio para las piernas y 9 mm en anchura.
El interior del CLK está adaptado para viajar sólo con cuatro pasajeros abordo. A pesar de su mayor habitabilidad, en la parte trasera únicamente pueden viajar cómodamente personas 1,70 m de altura, porque la altura al techo y el espacio para las piernas siguen sin ser especialmente holgados.
El acceso a las plazas traseras tampoco me ha parecido demasiado bueno; el respaldo se abate mucho, pero la banqueta no se adelanta.
Mercedes-Benz declara que el nuevo CLK tiene un maletero 15 litros más grande (435 l VDA). El secreto está en que se ha sustituido la rueda de repuesto por un sistema antipinchazos (compuesto por líquido sellantate y compresor de aire), que deja libre el espacio que ocupa dicha rueda. Si el cliente lo prefiere puede pedir una rueda de repuesto sin sobreprecio.
El respaldo trasero se puede abatir por partes desiguales (60/40). Al hacerlo, queda un espacio de carga con fondo prácticamente plano.
Mercedes-Benz declara que la rigidez torsional de la carrocería es un 40 por ciento más elevada que en el modelo anterior, principalmente por el uso más abundante de acero de alta resistencia. También afirma que el nuevo CLK es el cupé de su categoría con el coeficiente aerodinámico más bajo: su Cx es 0,28 (en el anterior CLK era 0,31).
Las fuerzas ascensionales se han reducido un 70 % en el eje delantero y un 36 % en el trasero gracias al nuevo carenado realizado en los bajos del vehículo, a los deflectores situados delante de las ruedas y al discreto reborde en forma de alerón realizado en la tapa del maletero.
Un aspecto distintivo en el diseño del nuevo CLK es que se ha suprimido el montante central que antes había entre las dos ventanillas laterales.
En realidad, ésto no es algo nuevo, pues Mercedes-Benz ha utilizado este recurso desde hace mucho tiempo en otros cupé de su gama.
El techo corredizo de cristal (opcional) con mando eléctrico es un 34 % por ciento más grande que en el anterior modelo, lo que aporta una mayor luminosidad al interior cuando se retira la tapa parasol.