Las plazas delanteras son similares a las del Clase C berlina, con los asientos algo más bajos, por lo que a algunas personas les puede resultar un poquito incómodo entrar y salir. No más que de un Audi A5 Coupé o de un BMW Serie 3 Coupé, modelos que tienen una habitabilidad semejante según nuestras mediciones.
Los asientos son cómodos y sujetan razonablemente bien el cuerpo. Uno no va encajonado en ellos, pero tampoco se desliza de un lado a otro. Opcionalmente pueden tener todos los ajustes eléctricos —de serie, sólo hay botones para regular la inclinación del respaldo y la altura de la banqueta; para bajar el apoyacabezas hay que pulsar un botón (el accionamiento es mecánico, no eléctrico) que hay en el extremo superior del respaldo (imagen) para liberar el bloqueo—. También pueden estar calefactados y ventilados.
La unidad que hemos probado estaba equipada con el techo de cristal panorámico (vídeo en el blog de Celedonio y Cogolludo), elemento que suele restar espacio para la cabeza a los conductores más altos y que en este caso limita la utilización a personas de más de 1,95 metros, salvo que vayan con el respaldo muy inclinado hacia detrás. El asiento y el volante se pueden alejar mucho del salpicadero.
Mediante los mandos del volante opcional, el conductor puede configurar, ajustar y manejar muchas funciones del coche, ayudándose de la información que aparece en la pantalla en color que hay en el cuadro de instrumentos (vídeo en el blog de Celedonio y Cogolludo); el volante de serie tiene menos botones y la pantalla no es en color.
El resto de funciones se manejan desde el mando giratorio que hay entre los asientos, cuyas acciones actúan sobre los menús que aparecen en la pantalla de la consola. El manejo de estos sistemas es muy sencillo. Opcionalmente, también es posible dar instrucciones por la voz para seleccionar algunas funciones del equipo de sonido, del navegador y del teléfono (vídeo en el blog de Celedonio y Cogolludo). Este dispositivo, llamado «Linguatronic», cuesta más de 3000 € y va asociado al navegador.
Los espacios de los que disponen el conductor y su acompañante para guardar las cosas que suelen llevarse en los bolsillos no son de gran capacidad pero sí suficientes para guardar un par de teléfonos, la cartera y las llaves: hay bolsas en las puertas, una guantera en el salpicadero (imagen), un cajón bajo el apoyabrazos y un espacio con tapa (una persianilla) que se puede utilizar como portabotes o para dejar ahí cosas. En cualquier caso, las diferencias no son grandes con un A5 Coupé ni con un Serie 3 Coupé.
El acceso a las plazas traseras no es cómodo por dos motivos. El primero, porque el hueco que queda para pasar no es grande. El segundo, que el asiento no se desplaza hacia delante con suavidad, es necesario empujarlo con fuerza. Si los asientos tienen regulación eléctrica hay que pulsar un botón en vez de empujar.
Las dos plazas traseras están separadas por una consola de plástico con un hueco poco profundo y dos portabebidas (imagen). Los apoyacabezas no son regulables, forman una única pieza con el respaldo. Este se puede abatir (imagen) mediante una palanca (imagen) que hay en el maletero. Tienen anclajes Isofix para colocar sillitas infantiles. A pesar de esto no es el coche en el que mejor viajará un niño pequeño porque su cabeza queda por debajo de la ventanilla y no puede ver nada.
La iluminación interior es muy buena, mediante dos plafones de grandes dimensiones. En el delantero hay un botón que sirve para encender únicamente la luz de las plazas traseras (así no se deslumbra al conductor). Las luces de lectura delanteras están en la base del retrovisor interior.
Las piezas que se mueven (mandos, tapa de la guantera, tapa del apoyabrazos) no tienen holguras y parecen robustas. También son buenos los materiales de recubrimiento, aunque varias piezas metálicas decorativas estaban rayadas (desconocemos si por uso o mal uso).
Hay poca diferencia en el tamaño del maletero respecto al Audi A5 Coupé y el BMW Serie 3 Coupé, en torno a 450 litros; el del Infiniti G Coupé es mucho más pequeño (ficha comparativa). Sí tiene el inconveniente de que el piso no es completamente plano, ya que la parte del fondo está más elevada.