He tenido la oportunidad de conducir el C 250 BlueEFFICIENCY. Me parece un motor sobresaliente por su respuesta. Por lo menos es tan bueno como el motor de dos litros Diesel de BMW con idéntica potencia y también con dos turbocompresores.
El C 250 CDI no sólo sorprende por la fuerza que tiene, sino también porque la da en un amplio margen de revoluciones. Aunque se ruede en sexta marcha y se pise a fondo a unas 1.300 rpm el motor impulsa al coche con soltura. Además, la respuesta que tiene al acelerador es muy rápida, lo que hace agradable la conducción. Por debajo de este régimen la respuesta no es tan contundente, pero tiene fuerza de sobra para comenzar la marcha desde parado sin apenas hacer patinar el embrague.
Cuando sobrepasa 4.000 rpm, el motor pierde la vigorosidad que muestra hasta ese punto, pero puede seguir subiendo de régimen con aparente facilidad (si hace falta, por ejemplo para finalizar un adelantamiento), hasta casi 5.000 rpm.
La fuerza que da este motor es notable sobre todo cuando se acelera desde una velocidad muy elevada. No he conducido a velocidades próximas a la máxima que es capaz de desarrollar el C250 BlueEFFICIENCY, pero estoy seguro que puede alcanzarlas con relativa facilidad, dada la extraordinaria capacidad que tiene para ganar velocidad a velocidades medias y altas.
Lo he conducido por todo tipo de carreteras, siempre empapadas por una intensa lluvia, generalmente a un ritmo normal y en puntuales ocasiones aprovechando la capacidad de aceleración que es capaz de dar. En esas circunstancias el consumo ha sido 7,2 l/100 km (según el ordenador de viaje). Es un dato algo lejano al dato oficial (5,2 l/100 km), pero en todo caso bajo para la potencia que desarrolla.
Lo que se echa en falta a los mandos del C250 CDI BlueEFFICIENCY es una mayor suavidad de funcionamiento. El traqueteo a motor Diesel es claro cuando se acelera fuerte, especialmente a baja velocidad y con el motor a bajo régimen. En el peor de los casos se puede llegar a apreciar una vibración a través de los asientos y de los paneles de las puertas. También se percibe esa falta de suavidad en pedal del embrague y en el pomo del cambio de marchas. Por suavidad de funcionamiento, éste motor no es tan brillante como el equivalente de BMW. En este sentido hay una mejora respecto a los todavía actuales motores Diesel de cuatro cilindros de Mercedes-Benz, pero la diferencia no me parece definitiva.
El C250 BlueEFFICIENCY lo he probado con cambio manual. Con este tipo de cambio se consiguen unos consumos más bajos que con uno automático (de los que usa Mercedes-Benz), pero creo que es interesante esperar a que este motor se pueda elegir con cambio automático. El cambio manual no se sienta especialmente bien al Clase C, los recorridos de la palanca son largos pero, sobre todo, lo es el del embrague, que obliga al conductor a hacer un movimiento amplio con su pierna izquierda.
El cambio de marchas tiene un desarrollo en sexta largo, que Mercedes-Benz denomina «Overdrive»; en realidad no es un «Overdrive» al uso (es decir una caja de engranajes planetarios conectada a la caja de cambios principal que servía para alargar el desarrollo de la última o de las últimas marchas). A lo que se refiere Mercedes-Benz con OverDrive es que la desmultiplicación en sexta marcha es 0,828 a 1; es decir, el árbol de transmisión gira más despacio que el cigüeñal.