El habitáculo del Honda HR-V 2019 apenas difiere con respecto al del modelo anterior (impresiones del interior del Honda HR-V año-modelo 2015). El diseño general del salpicadero y el espacio disponible para los pasajeros son idénticos, siendo los asientos delanteros la única nota distintiva. Estos tienen un diseño diferente, nuevos materiales para el acolchado que los hace más cómodos (aunque son un poco estrechos) y una tapicería que, según Honda, es de mayor calidad (imagen).
De los dos redactores que hemos probado el HR-V, Fernando Ríos es el de mayor estatura (mide 1,83 m). Es posible que por esa razón, haya encontrado una postura de conducción plenamente cómoda en este Honda y no haya hecho mención a algún detalle que le pudiese incomodar. En mi caso (1,72 m) no ha sido así. He tenido que adoptar una postura de compromiso, elevando el asiento para que los muslos apoyasen por completo en la banqueta y para manejar los pedales en un ángulo en el que me fuese fácil mover los pies. Independientemente de esto, la inclinación del volante me impedía asirlo por la parte superior sin estirar completamente los brazos, en una postura incómoda para maniobrar.
El sistema multimedia que llevan todos los HR-V (a excepción de aquellos con el nivel de equipamiento Comfort) es el Honda Connect de primera generación, el mismo que tenía el modelo anterior. Su pantalla de siete pulgadas tiene una buena resolución y se ve bien incluso cuando le da de lleno la luz solar, pero no es rápida ejecutando órdenes y la presentación de los menús no es especialmente atractiva, pues sus gráficos parecen anticuados (imagen). Además, el navegador que incluyen algunas versiones, con mapas de Garmin, tiene un funcionamiento muy errático y no señaliza las maniobras de manera sencilla. Tampoco admite compatibilidad con los sistemas Android Auto de Google y CarPlay de Apple, aunque sí con Mirrorlink.
La instrumentación también es idéntica a la del HR-V 2015 (imagen). Es clara, sencilla y permite consultar la información de manera rápida. Está compuesta por un cuentarrevoluciones en la parte izquierda, un velocímetro en la central y una pantalla monocroma en la derecha desde donde se puede consultar la información relativa al ordenador de viaje o configurar algunos ajustes del vehículo (por ejemplo, las luces, las unidades de medida o el funcionamiento de las ayudas a la conducción). Como en el modelo anterior, alrededor del velocímetro hay una anillo luminoso cuyo color va cambiando en función del tipo de conducción que se practique (verde con poca carga sobre el acelerador y roja con mucha; imagen).
El HR-V tiene un habitáculo muy bien aprovechado en relación con el tamaño de la carrocería (mide 4,33 metros de largo). Sobresale por el espacio para las piernas en las plazas traseras, que con 74 cm es incluso superior al de muchos modelos con una carrocería más grande, como el Kia Sportage, el Mazda CX-5 (72 cm en ambos casos), el Ford Kuga (71 cm) o el Citroën C5 Aircross (67 cm); mediciones del interior. Por altura libre al techo y anchura entre puertas se encuentra en un punto intermedio frente a sus rivales, pero aún así resulta más que suficiente para que cuatro adultos de estatura superior a la media viajen con comodidad y desahogo. Los respaldos de la segunda fila de asientos tienen un pequeño ajuste en inclinación (hay dos posiciones; imagen), pero la banqueta es fija.
Al igual que en el Jazz y en la anterior generación del Civic, el HR-V tiene el depósito de gasolina colocado bajo los asientos delanteros, no bajo los traseros como suele ser habitual. Esta peculiar disposición libera el espacio que queda justo bajo los asientos posteriores y permite implementar el sistema Magic Seat, que facilita en transporte de objetos altos plegando las banquetas de los asientos en posición vertical (imagen).
El maletero, con 470 litros de capacidad, es mayor que el de las alternativas de tamaño similar, como se puede ver en este listado comparativo. Tiene unas formas muy regulares que facilitan el aprovechamiento del espacio y un doble fondo en el que cabe incluso una maleta de tipo cabina de avión (imagen), pero apenas tiene elementos de sujeción o para ordenar la carga (únicamente hay cuatro ganchos de metal en el piso). En las versiones con el nivel de equipamiento Sport, el doble fondo es más pequeño (imagen) debido a que el sistema de escape con doble salida ocupa más espacio bajo el suelo del coche, con lo que la capacidad se ve reducida a 448 litros, que siguen siendo muchos en relación con el tamaño de la carrocería. La iluminación del mismo, que se lleva a cabo mediante un solo plafón, resulta escasa (imagen).
Al abatir los respaldos de los asientos posteriores (están divididos siguiendo la proporción 60:40) quedan enrasados con el piso del maletero gracias a un sistema que hace descender unos centímetros las banquetas de los asientos (imagen). Con esta configuración, la capacidad máxima de carga asciende a 1533 litros, un volumen superior al de, por ejemplo, un Hyundai Tucson (1478 l), un Renault Kadjar (1478 l) o un Peugeot 3008 (1482 l).
En general, los materiales que Honda ha elegido para recubrir el habitáculo son agradables a la vista y al tacto y la sensación de calidad que transmiten es alta. La mayoría de ellos son duros (a excepción de la franja que recorre longitudinalmente el salpicadero, que tiene un ligero mullido), pero encajan perfectamente entre sí y no producen ruidos por desajustes. Como en el modelo anterior, la parte superior de las puertas está cubierta por un material textil que llega hasta el mismo borde de la ventanilla y que, por lo tanto, está muy expuesto a la suciedad.
Un aspecto que sigue sin estar demasiado bien resuelto en el HR-V es la cantidad y el tamaño de los huecos portaobjetos repartidos por el habitáculo. No son muy numerosos y, salvo alguna excepción puntual (por ejemplo, el que hay bajo el reposabrazos delantero), son de un tamaño reducido. No obstante, resultan suficientes para depositar unas llaves, un teléfono móvil o una cartera.