Las cualidades que hacen más recomendable al Accord Diesel tienen relación con su motor: es suave, da una buena aceleración, gasta poco y no hace mucho ruido.
A diferencia de otros modelos Diesel de este tipo, en el Accord no se siente una gran aceleración porque la que da es muy uniforme, pero lo cierto es que sus prestaciones son buenas. Es de los motores más suaves y tiene un sonido peculiar, de tono más agudo que otros Diesel.
No es tan cómodo ni tan estable como el Accord de gasolina. La suspensión es dura en algunas ocasiones, aunque no contiene el movimiento de balanceo en curva. Le falta también la agilidad y la buena respuesta al volante que tiene el Accord de gasolina.
Con relación a otros modelos Diesel, no destaca ni por estabilidad ni por confort, pero es un coche seguro. Tiene un control de estabilidad eficiente y unos buenos frenos.
Es amplio para cuatro personas, para cinco no porque le falta anchura en las plazas traseras. El maletero no es grande.
La relación entre precio y equipamiento es normal, hay coches más baratos y otros más caros (tabla comparativa).
Desde el punto de vista del equipamiento, el defecto del Accord es que no puede tener algunos elementos, como ordenador, faros de xenón, automatismo para las luces, los limpiaparabrisas y las cerraduras. El aspecto de los materiales interiores y el ajuste me parece corriente.
Hay dos versiones —«Sport» y «Executive»— que se distinguen por decoración y equipamiento, no mecánicamente. Además de la carrocería berlina, también está disponible con carrocería familiar Tourer.