El actual Ford Mondeo sigue siendo una referencia en estabilidad y uno de los modelos más indicados desde esta perspectiva, a pesar del buen nivel que han conseguido algunos competidores de reciente aparición (como el Mazda6, el Honda Accord o el Toyota Avensis).
El Ford Mondeo trasnmite sensación de aplomo y control. La dirección tiene buen tacto y el coche responde muy bien a las indicaciones del volante. Por ejemplo cuando el coche está muy apoyado en una curva cerrada y subvirando, es posible meter el coche en la curva girando todavía más el volante algo suele ser inútil en coches torpes. Tiene una cierta agilidad (para ser un coche así de grande) que es útil para circular por carreteras con curvas muy cerradas a buen ritmo.
Lo que he apreciado en esta versión del Mondeo (acabado Ghia X, que incluye suspensión trasera autonivelante; no sé si ocurrirá en todas las nuevos modelos) es que los reglajes de suspensión parecen un poco más suaves que en otras versiones anteriores a las del año modelo 2004. Esto se traduce en un punto más de comodidad al pasar por baches y unos movimientos de carrocería ligerísimamente más amplios.
En la nueva gama Mondeo el control de estabilidad es una opción y su precio es 650 €.