El Fiesta ST acelera poco comparado con modelos de potencia cercana a 150 CV y motor atmosférico. Si la comparación es con modelos turboalimentados (de gasolina o Diesel, lo que da la diferencia es el turbocompresor), el Fiesta ST queda muy atrás en aceleración. Un SEAT Ibiza con el motor turboalimentado de 1,8 l y 150 CV da una sensación de empuje mucho mayor que el Fiesta ST.
Aunque el motor del Fiesta no da la aceleración que cabe esperar de 150 CV, no le faltan bajos; se puede entrar en una curva de 80 km/h en tercera y salir con buena aceleración. Hemos medido la aceleración de 80 a 120 km/h de dos maneras: una, empezando en segunda y cambiando a tercera a 7.000 rpm (96 km/h); la otra, haciendo toda la medición en tercera. Ha salido el mismo tiempo de las dos maneras.
Esto ocurre, en parte, porque va muy corto de desarrollos. Da la velocidad máxima (208 km/h) en quinta a 6.560 rpm, cuando el régimen de potencia máxima es 6.000 rpm. Por esta selección de desarrollos, el Fiesta ST se desenvuelve mejor en carreteras lentas (de segunda y tercera velocidad) o medias (de tercera y cuarta).
La segunda y la tercera son muy aprovechables en carreteras lentas, porque no hay un gran salto entre ellas (1,4 a 1). En este caso es aplicable la regla que dice que, si se duda con qué marcha entrar en una curva, lo mejor es decidirse por la más larga.
Tiene unos recorridos para la palanca de cambios un poco más largos de lo que cabe esperar en un deportivo, pero se puede cambiar muy rápido porque la palanca está bien guiada y el enclavamiento de las marchas es preciso.
El consumo es moderado, pese a los desarrollos tan cortos. En uso normal por carretera y ciudad ha gastado 10,3 l/100 km, y no sería difícil bajar de ahí con una conducción un poco más suave. Por carreteras lentas, empleando frecuentemente la máxima aceleración, el consumo máximo que hemos medido ha sido 16,9 l/100 km. Los datos de consumo homologado también son buenos (tabla comparativa).
Lo que hace más desaconsejable este coche para hacer recorridos largos por carreteras amplias no es el consumo, sino el ruido. Con los desarrollos que tiene, cuando el coche va a 120 km/h en quinta, el motor gira a 3.785 rpm. Además de que es un régimen alto, el motor en sí es ruidoso (ruido de admisión y escape, más que mecánico).