Las plazas delanteras del C6 no dan la sensación de lujo que se nota en las plazas traseras. Los asientos delanteros son grandes y tienen un relleno de espuma blando que recoge poco el cuerpo en las curvas. Tienen múltiples ajustes eléctricos, aunque el reposacabezas es manual.
El acabado es correcto; puede haber quien, teniendo en cuenta el precio del C6, busque más distinción con respecto a otros modelos de la marca. El plástico blando que recorre el salpicadero y la parte superior de las puertas del C6 es muy parecido al que usa Citroën en el C4 (modelo que tiene un acabado mejor que la media). También provienen de otros coches más pequeños de Citroën muchos mandos de la botonería y del interior (como los de la consola, algunos mandos de las puertas o las palancas de los intermitentes). Hay elementos decorativos que imitan el metal pero que son de plástico, como la rejilla que hay en la base de la palanca del cambio automático. Todo lo que parece de madera es de madera.
Los huecos que tiene el C6 para guardar cosas en las puertas delanteras y traseras son muy diferentes a lo que es habitual. Son unos huecos con una tapa que se desliza de arriba hacia abajo y viceversa (imagen). Dentro de estos cajones cabe un cuaderno de dimensiones DIN A4.
El salpicadero tiene un diseño simétrico, pero la instrumentación principal está frente al conductor. Combina instrumentos digitales (el velocímetro) y analógicos (el cuentarrevoluciones) y según Citroën está hecho de tal forma que «impide todo reflejo luminoso que pueda perturbar la lectura».
En el centro del salpicadero hay una pantalla para manejar el equipo de sonido, el climatizador y, si lo tiene instalado, el navegador.
La cualidad que distingue al C6 de las berlinas de su tamaño y precio es que es el más adecuado para transportar ocupantes en las plazas traseras, siempre que no sean más altos que la media; las personas de más de 1,88 (aprox.) tienen que ir con el asiento adelantado (y por tanto el respaldo reclinado) para evitar que su cabeza roce con el techo (en los C6 equipados con esa regulación). Tampoco es muy espacioso longitudinalmente (amplitud para las piernas), pero sí por anchura. Además, este coche es uno de los más cómodos de suspensión.
Si se encarga con paquete «premium» los asientos traseros son eléctricos (y con calefacción), algo que no pueden tener las berlinas intermedias de BMW, Audi o Mercedes-Benz. Tal y como vienen de serie las plazas traseras del C6, éste está homologado para cinco ocupantes; con la opción de asientos traseros eléctricos, el C6 queda homologado para cuatro plazas.
Los asientos traseros eléctricos están compuestos por dos butacas individuales accionadas por dos mandos situados en las puertas. Estos mandos accionan unos motores eléctricos que reclinan el respaldo y adelantan un poco cada una de las plazas traseras, con lo que se obtiene una posición muy cómoda.
Esta opción incluye un mando eléctrico en el extremo del apoyabrazos central trasero que mueve longitudinalmente el asiento del acompañante. Este mando puede desplazar el asiento del acompañante del conductor hasta 300 mm. De tal modo, el espacio máximo para las piernas que tiene el pasajero de detrás del acompañante del conductor es 960 mm (medido desde la base del respaldo hasta la parte de atrás el respaldo del asiento delantero) con esta distancia libre, el pasajero de atrás puede ir con las piernas casi completamente estiradas.
Para cada una de las dos plazas laterales traseras hay salidas de aire individuales en la consola del centro, desde las que se puede graduar el caudal y la dirección del aire, pero no su temperatura (imagen).