El Citroën C4 Cactus es un turismo de 4,16 metros de longitud, 1,73 metros de anchura y 1,48 metros de altura. Por su longitud es más parecido a un Renault Clio que a un Citroën C4, que es 17 cm más largo y 6 cm más ancho. De hecho, el C4 Cactus ha sido desarrollado sobre la plataforma del Citroën C3.
Ha habido algunos cambios en la gama durante su comercialización. El más reciente es la incorporación, en noviembre de 2015, de la caja de cambios automática pilotada de seis relaciones ETG6 a la única versión Diesel disponible actualmente, de 99CV. La caja ETG6 ya se ofreció en la versión e-HDI de 92 CV hasta julio de 2015, cuando Citroën dejó de comercializar ese motor.
Desde julio de 2016, Citroën también ofrece una versión denominada «Rip Curl» que, como principal novedad, incorpora un control de tracción con más funciones —denominado Grip Control— que facilita el avance del coche sobre superficies con poca adherencia. Tiene cinco modos de funcionamiento distintos (Standard, Sand, Off-Road, Snow y ESP Off) y va ligado necesariamente a unos neumáticos con especificaciones M+S (Mud+Snow; barro+nieve). Está disponible con los motores 1.2 Puretech de 110 CV y 1.6 BlueHDi de 99 CV, siempre con cambio manual.
El C4 Cactus más económico tiene un motor de gasolina de 82 caballos y cuesta 15 950 euros (precios de toda la gama C4 Cactus). Es un precio superior al de un Peugeot 2008 con el mismo motor y un Renault Captur TCe de 90 CV (ficha comparativa). En cambio, la versión con el motor Diesel de 99 CV y cambio automático —200 € más cara que el precio de tarifa— es más asequible que la equivalente con caja automática del Renault Captur (ficha comparativa).
Dentro de Citroën, hay tres modelos que podrían ser una alternativa al C4 Cactus: el C3, el C3 Picasso y el C4. De los cuatro, el C4 Cactus es el que tiene el precio más alto; (ficha comparativa de precio y equipamiento). Es el tercero por volumen del maletero y el habitáculo, según nuestras mediciones, no destaca frente al de los otros tres en amplitud en ninguna cota, salvo en la altura de las plazas traseras, notablemente menor (al menos en las versiones con techo de cristal).
Una de las diferencias del C4 Cactus frente a un C4 es que tiene un menor número de elementos de equipamiento. Por ejemplo, las ventanillas posteriores no se pueden bajar (son de apertura tipo compás), no hay asideros en el techo, ni luces en las plazas traseras. Tampoco puede llevar faros de xenón (tampoco nos parecen necesarios pues los faros de serie alumbran correctamente) ni puede llevar algunos elementos de asistencia a la conducción que empiezan a ser frecuentes en coches de este precio, como puede ser un sistema de frenado automático para evitar accidentes o el aviso de vehículos en el ángulo muerto de los espejos retrovisores.
Sin embargo, no le faltan elementos como el climatizador, el navegador, la conexión telefónica por Bluetooth, conexiones USB o la posibilidad de tener Internet en la pantalla táctil central. A nosotros nos parece contradictorio disponer de climatizador y que la ausencia de un plafón de luz en las plazas traseras haga complicado tareas como colocar el cinturón a un niño o encontrar algo que se haya caído al suelo. También nos ha sorprendido la malísima calidad de la cámara trasera, incapaz de mostrar imágenes de noche o en un garaje visibles por el ojo humano (fotos de estos detalles en esta entrada del blog).
A pesar de esos claroscuros en el equipamiento, el habitáculo del C4 Cactus no es descuidado ni da sensación de coche «barato». En general está cubierto con materiales que transmiten buena sensación, no muy distintos en este aspecto a los que tiene un C4, y las distintas piezas están bien ajustadas. No se puede decir lo mismo del sonido de las puertas al cerrarlas, dado que no transmite buenas sensaciones.
El C4 Cactus se puede pedir con cinco niveles de equipamiento: «Live», «Feel», «Feel Edition», «Shine» y, desde diciembre de 2015 y como tope de gama, «Shine Edition», que incluye de serie la mayoría de elementos disponibles, entre ellos el techo panorámico, el navegador o la cámara trasera de ayuda al aparcamiento, además de elementos de diseño diferenciadores.
La mayor parte de las funciones del coche se manejan desde una pantalla táctil ubicada sobre la parte superior del salpicadero. Como esta pantalla es táctil, y por lo tanto no tiene botones que se reconozcan al tacto, es necesario retirar la vista de la carretera cuando se desea manipular, algo que se hace con frecuencia dado que no hay botones físicos para manipular el climatizador ni la mayoría de funciones del equipo de sonido.
El interior es aceptablemente amplio para cuatro ocupantes; la peor cota que hemos medido es la altura libre al techo en las plazas traseras, insuficiente para personas que superen aproximadamente el metro ochenta de estatura. En el apartado impresiones del interior hay más información al respecto, y en esta entrada de los blogs de km77.com, un vídeo y otros detalles. El C4 Cactus es cómodo pues su suspensión es blanda, rueda con suavidad, los motores Diesel no vibran en exceso y, hasta unos 120 km/h, el ruido en el interior es bajo. Que la suspensión sea blanda no es un problema en una conducción rápida o ante un imprevisto porque el C4 Cactus reacciona bien.
Hay varios motores posibles así como cajas de cambio. En la siguiente tabla aparecen todos detallados:
Diesel | |||
Versión | CV | Cambio | Tracción |
Blue HDi 100 | 99 | Manual 5 vel./ Automático 6 vel. (ETG6) | Delantera |
Gasolina | |||
Versión | CV | Cambio | Tracción |
Puretech 82 | 82 | Manual 5 vel | Delantera |
Puretech 82 ETG5 | 82 | Automático 5 vel. (ETG5) | Delantera |
Puretech 110 S&S | 110 | Manual 5 vel | Delantera |
La tracción del C4 Cactus es siempre en las ruedas delanteras. No habrá una versión con tracción total ni ningún tipo de ayuda a la conducción fuera del asfalto porque, según los responsables de Citroën, iría en contra del espíritu del coche, que es ser sencillo, ligero y económico. Tampoco está previsto que tenga algún sistema de propulsión híbrido.
Hemos probado las versiones Diesel de 99 y 92 CV —esta última retirada en julio de 2015— . El motor de la menos potente no da mucha aceleración, pero tampoco resulta escaso para quien vaya a practicar una conducción relajada por vías en las que no sea necesario hacer importantes cambios de ritmo en poco espacio. Su consumo es muy bajo; hemos medido un valor medio durante la prueba de 5,8 l/100 km, en un uso variado y en ocasiones conduciendo sin ninguna intención de consumir poco. El cambio automático—que era de serie en esta versión— no resulta satisfactorio en maniobras a muy baja velocidad porque no permite mover el coche con total precisión, sino a pequeños trompicones. El Diesel de 99 CV que hemos probado, con cambio manual, da una aceleración mayor que el de 92 en parte porque no se ve penalizado por el lento funcionamiento de la caja de cambios automática ETG6. Más información en el apartado impresiones de conducción.
El Citroën C4 Cactus tiene soluciones curiosas. Por ejemplo, los «airbumps». Son unas piezas de plástico rellenas con aire, que van colocadas en la carrocería, cubriendo una importante área de las puertas (imagen) y se pueden pedir en cuatro colores: negro, blanco, gris y marrón. Su función es decorativa y proteger la chapa de pequeños golpes. Los airbumps se pueden reemplazar con relativa facilidad (lo podría hacer el propio cliente ayudado por un destornillador). Para quitar los airbumps, lo primero de todo es necesario aflojar un tornillo situado en la cara interna de las puertas. Esta sujeción interior está prevista para que no estén expuestos a robos. Hay otras piezas de plástico de similar apariencia en las esquinas de los parachoques, pero no están rellenas de aire («no son airbumps» y su sustitución requiere operaciones más complejas).
Otro detalle curioso del C4 Cactus es que el airbag del pasajero se despliega desde el techo. El dispositivo del airbag está alojado justo delante del parasol, pero no hay ninguna indicación que haga sospechar de su presencia en ese lugar. El volumen cuando se hincha es 120 litros y cubre toda la zona de la guantera, así como la pantalla central. Citroën dice que ha utilizado este airbag para poder colocar la guantera en la parte superior del salpicadero y dejar despejada la zona de las rodillas del pasajero, lo que contribuye a dar sensación de espacio.
Para la carrocería hay 12 colores diferentes y para el interior se puede elegir entre ocho ambientes de decoración. Hay tres tamaños de llantas —15, 16 y 17 pulgadas—. Las de 16 y 17 pulgadas son de aleación de aluminio. La fábrica que Citroën tiene en el distrito madrileño de Villaverde será la encargada de producir todas las unidades de C4 Cactus. Esta plataforma es la misma que se emplea en el Citroën C3, Citroën DS3, Peugeot 208 y Peugeot 2008 entre otros vehículos.