El Clase S Cabrio es un descapotable de 4 plazas y techo de lona derivado del Clase S Coupé (este deriva a su vez del Clase S 2013).
Mide 5,03 metros de longitud, 1,90 metros de anchura y 1,42 metros de altura, por lo que es uno de los descapotables de mayor longitud que actualmente hay en el mercado, solo superado por el Rolls Royce Phantom Drophead Coupé (5,61 metros). El BMW Serie 6 Cabrio y el Bentley Continental GTC son más pequeños (ficha comparativa).
De momento, hay dos versiones: el Mercedes-Benz S 500 Cabrio (455 CV) que está en venta desde 166 000 euros y el AMG S 63 4MATIC Cabrio (585 caballos) que está disponible desde 222 700 euros (todos los precios). En junio llegará la versión AMG S 65 Cabrio (630 CV), por 303 025 eros. El Clase S Cabrio es entre 13 100 y 17 575 euros más costoso que el Mercedes-Benz Clase S Coupé con los mismos motores (ficha comparativa). Un BMW Serie 6 Cabrio de potencia parecida tiene un precio inferior (ficha comparativa) y un Maserati GranCabrio es más costoso (ficha comparativa). De las dos versiones de menor potencia, la que más nos ha gustado ha sido la AMG S 63 4MATIC Cabrio. Al margen de que corre más que el S 500 Cabrio, tiene una puesta a punto que permite disfrutar más de la conducción, sin que sea en detrimento del confort de marcha, que es excelente en los dos casos.
Sus dos plazas delanteras son amplias, cómodas y están repletas de detalles para hacer los viajes agradables. Delante hay dos centímetros menos de altura libre al techo que en el Clase S Coupé, siendo similar la anchura entre puertas y el espacio disponible para las piernas. Las dos plazas posteriores son mucho menos espaciosas y tienen menos atenciones. Atrás caben aceptablemente bien dos ocupantes adultos de talla media. El espacio para las piernas es justo (aunque claramente mayor que el de un BMW Serie 6 Cabrio) y los respaldos de los asientos van poco tendidos, lo que obliga a los ocupantes a adoptar una posición más erguida de lo que, posiblemente, les gustaría. En relación a un Clase S Coupé, el Cabrio tiene unos centímetros menos de espacio para las piernas de los ocupantes de las plazas traseras, así como menor anchura para los hombros.
Mercedes-Benz ha hecho un coche muy cómodo para dos ocupantes, ya se viaje con el techo guardado o con él sobre la carrocería. Posiblemente, es uno de los descapotables que más protegen a los ocupantes del viento, aunque no sé si más que el BMW Serie 6 Cabrio o el Bentley Continental GTC. Los tres me parecen una elección acertada para quien busque un cabrio de gran lujo y cómodo. No sé cuál de los tres da más protección aerodinámica, puesto que los he probado en diferentes ocasiones, muy separadas en el tiempo. El Mercedes-Benz Clase S Cabrio también da muy buen resultado para viajar con el techo sobre la carrocería, pues el silencio en el interior es sobresaliente.
Las unidades que he probado del Clase S Cabrio tenían instalado el doble deflector (AIRCAP). Hay uno extensible sobre el parabrisas (imagen) y otro detrás de las plazas posteriores (imagen). Ambos se elevan o retraen a la vez, desde un mando que hay entre los asientos (imagen), junto con el que acciona el techo (a estos mandos no se accede con facilidad puesto que están muy retrasados respecto al conductor y obliga a forzar la posición del brazo y del hombro). El AIRCAP es muy recomendable. Su influencia en el confort es clara a velocidad elevada porque sirve para reducir el azote del viento en la parte superior de la cabeza de los ocupantes y las turbulencias en el habitáculo, a costa de aumentar ligeramente el ruido aerodinámico (que procede del choque del aire contra el deflector que hay en la parte superior del parabrisas). En este vídeo se puede ver el accionamiento del techo así como del AIRCAP.
Otros hay dispositivos destinados a mantener el confort climático, como el AIRSCARF, que suministra un chorro de aire caliente en la parte posterior del cuello (desde el punto de unión del respaldo y el reposacabezas de los asientos delanteros, imagen). Puede tener calefactados los reposabrazos delanteros (el del centro y los de las puertas), el volante, así como los asientos delanteros y traseros.
Los asientos pueden ir tapizados en dos tipos de piel Nappa y en varios colores, uno de los cuales está inspirado (según Mercedes-Benz) en el mundo náutico al combinar el color azul oscuro y un color similar a la porcelana. Los dos asientos de las plazas delanteras pueden tener varios tipos de masaje, además de ir calefactados o ventilados.
Para el techo de lona hay cuatro posibles colores: negro (imagen), azul oscuro, beis (imagen) y granate (imagen). Cuando se pulsa el botón que lo pliega, hay una pieza que divide automáticamente el espacio del maletero reservado para el techo y para el equipaje (no hay que hacerlo a mano como en otros descapotables). Cuando el techo se coloca sobre la carrocería y se necesita más espacio de carga, ese panel móvil se acciona pulsando un botón que hay en la cara interior de la tapa del maletero.
El techo se puede accionar hasta una velocidad de 60 kilómetros por hora y la operación requiere unos 20 segundos (curiosamente, Mercedes-Benz dice que la velocidad máxima para el AMG S 65 es 50 km/h y el tiempo de la operación es 17 segundos). Como en otros descapotables, esta operación se puede hacer desde el mando a distancia o desde uno en el habitáculo, en la consola. Este techo está compuesto de varias capas de diferentes materiales, como neopreno y caucho sintético. El coeficiente aerodinámico (Cx) es 0,29, ligeramente peor que del cupé (0,28).
El sistema de climatización (compuesto por 12 sensores) cambia de ajustes de forma automática en función de si se circula con el techo abierto o cerrado. También tiene una función denominada «solapamiento» que permite que la transición entre que la carrocería está cubierta por el techo y descubierta, sea poco perceptible. Esto se consigue (al menos en parte) gracias a que el climatizador puede controlar cada salida de aire de forma independiente.
El climatizador se puede combinar con un paquete denominado Air-Balance, que como en el Clase S, está compuesto por distintas fragancias (como novedad para el Clase S Cabrio hay una nueva denominada Pacific Mood), un sistema que ioniza el aire, así como un filtro de carbón activo.
El Clase S Cabriolet comparte aproximadamente un 60 por cierto de piezas con el Clase S Coupé. Entre las partes que son diferentes está la pieza que hace de suelo en las plazas posteriores, que es de aluminio, así como la parte trasera de la carrocería. También es de este material una especie de pared situada tras los asientos posteriores y que sirve para reforzar la estructura, así como para soportar el sistema de seguridad en caso de vuelco. Este está compuesto por unos arcos que se despliegan impulsados por la expansión de una carga pirotécnica (hasta ahora, Mercedes-Benz utilizaba resortes para esta función) cuando hay riesgo de vuelco. Debido a los refuerzos en la estructura, el peso total del S Cabriolet es superior al del S Coupé; en particular entre las variantes S 63 hay una diferencia de 115 kg (ficha comparativa).