En 1970 la entonces Comunidad Económica Europea decidió unificar todas las normativas de emisiones de los países miembros. Esta normativa, que se refleja en las directivas 70/156/CEE y 70/220/CEE de la Comisión Europea, ha sido objeto de un gran número de modificaciones y actualizaciones, con el objetivo de incrementar sus exigencias y de ir adaptándose al continuo progreso de la técnica y del mercado.
Así, se fueron teniendo en cuenta la popularización del motor Diesel entre los turismos de uso particular y más recientemente de la inyección directa. Sus cada vez más restrictivas exigencias han marcado en gran medida la evolución del motor de combustión interna durante los últimos años, y han obligado a los constructores a adoptar soluciones como la inyección de combustible, los convertidores catalíticos o los sistemas de recirculación de gases (EGR), entre otros.
La norma vigente en la actualidad es la llamada Euro 3 (o Fase 3), de obligado cumplimiento para todos los coches que aparezcan después del 1 de enero de 2000, y para todos los que estén en el mercado después del 1 de enero de 2001. El siguiente paso es la norma llamada Euro 4 obligatoria para todos los coches que lleguen al mercado después del 1 de enero de 2005, y para todos los ya estén en él después del 1 de enero de 2006.
Esta norma está causando serios problemas a los fabricantes de automóviles a la hora de adaptar los actuales propulsores Diesel a sus exigencias, obligando al desarrollo de nuevos sistemas de inyección y de limpieza de gases de escape (pincha aquí para ver otro artículo de técnica relacionado con este tema). |