El Honda Insight ha sido el segundo automóvil híbrido fabricado en gran serie. Lanzado el pasado 1999 en respuesta al Prius de Toyota, supone igualmente un intento por reducir drásticamente las emisiones contaminantes y los consusmos de los automóviles convencionales uniendo en un mismo vehículo un motor clásico de combustión y otro eléctrico.
No obstante, presenta numerosas diferencias frente al modelo de Toyota. La máxima que presidió el desarrollo fue la de conseguir un peso total reducido. Por ello, el Insight es un coupé de sólo dos plazas con una longitud ligeramente inferior a cuatro metros, completamente construido en aluminio. Gracias a ello, su peso no supera los 850 kg, lo que permite obtener unas notables prestaciones de un menudo motor, también de aluminio, de tres cilindros, 995cc, mezcla pobre y 68 cv a 5700 rpm, que dispone de cuatro válvulas por cilindro accionadas por una distribución variable VTEC. Con un peso de tan sólo 56 kg, el propulsor de gasolina está acompañado por un motor-generador eléctrico de reducido tamaño de 10 kW de potencia, alimentado por un conjunto de baterías de NiMH y 144 voltios.
Como se verá más adelante, la labor de éste último es la de generar electricidad y servir de ayuda al motor de combustión cuando la potencia requerida sea alta. Esto, junto a su bajo peso total y a unos neumáticos de bajo rozamiento, permite al Insight hacer gala de unas prestaciones muy notables (180 km/h de velocidad máxima y menos de 12 segundos en el 0 a 100) con unos consumos extremadamente bajos (3,4 l/100), en buena parte debidos a la cuidada aerodinámica de la que hace gala. Honda presume de un coeficiente Cx de tan sólo 0,25. Este interés queda patente especialmente en la peculiar forma de su parte posterior y en las ruedas traseras carenadas.
Su bajo consumo permite además unos niveles de emisiones contaminantes muy bajos. Con la ayuda de un catalizador DeNOx, el Insight se encuadra en el nivel ULEV (Ultra-Low Emission Vehicle) de la legislación californiana, aunque Honda asegura que en determinadas mediciones alcanza lo exigido para la categoría SULEV (Super-Ultra-Low Emission Vehicle), con la que sí cumple el Toyota Prius.
Si bien al menos por el momento su comercialización se restringe al mercado japones y estadounidense, donde su precio supera por poco los 20.000 dólares (cerca de cuatro millones de pesetas al cambio actual), el Honda Insight supone otra clara muestra del interés que muchos fabricantes tienen fijado en los vehículos híbridos como una alternativa real al automóvil convencional.
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