En los cinturones modernos hay dos aparatos que pueden parecer contradictorios: uno que da más tensión al cinturón y otro que la quita.
Realmente son complementarios. El tensor de emergencia (también llamado «pretensor») está hecho para eliminar la eventual holgura que haya entre el cuerpo y el cinturón. Consiste en un mecanismo que tira de uno de los extremos del cinturón, para ajustarlo bien al cuerpo si no lo está en el primer instante del choque.
Este mecanismo tiene fuerza suficiente para recoger el cinturón rápidamente, pero no oprime mucho. Por ejemplo, si el cinturón estuviera perfectamente ajustado al cuerpo, apenas ejercería presión.
Hay varios sistemas, unos son mecánicos (muelles) y otros pirotécnicos (una pequeña carga explosiva hace que algo se mueva y tire del cinturón o la hebilla).
Si existiera esa holgura que el tensor trata de evitar, el resultado sería que el cuerpo «chocaría» contra un cinturón ya bloqueado. La violencia de ese choque sería proporcional a la separación entre el cuerpo y el cinturón, que es lo que limita el tensor de emergencia.
El limitador de tensión empieza a actuar después que el tensor de emergencia. El cinturón ya está bloqueado y está sujetando al cuerpo. Si el choque es muy violento, la presión del cinturón puede povocar daños como la rotura de una costilla. El limitador de tensión permite que el punto de fijación del cinturón se estire controladamente, para limitar la presión máxima que hay entre el cuerpo y el cinturón.
Además, un cinturón moderno tiene un sistema para bloquear la cinta en lugar del carrete donde está enrollado. De esta manera se consigue eliminar la posible holgura que haya cogido al enrollarse. |