Informar con claridad sobre los coches y su entorno no resulta sencillo. En primer lugar porque la información y la opinión se mezclan inevitablemente. En km77.com aportamos datos que informan objetivamente, pero las sensaciones no podemos contarlas más que con opiniones y así lo haremos. Nuestro objetivo es que esas informaciones y opiniones no estén influidas por agentes externos.
La poderosa industria del automóvil mueve mucho dinero y con él intenta encauzar las críticas que publicamos los periodistas. Salvo excepciones, los propietarios de los medios achuchan para que no se sea demasiado duro en las críticas, porque algunas marcas amenazan con retirar campañas de publicidad si sus coches no salen bien parados.
Tambiénse da la situación contraria: algunos empresarios pretenden que se escriban críticas contrarias a determinados modelos, porque la marca en cuestión no se gasta el dinero en publicidad. Por si los periodistas no tuviéramos suficiente lío en mitad de este berenjenal de intereses, las marcas de automóviles lanzan directamente sus redes sobre los periodistas, para tenerlos contentos y atemperar su sentido crítico.Los regalos a los periodistas en los actos que organizan para presentar nuevos modelos son tradición. Algunas firmas no contribuyen a este mercadeo, pero otras regalan televisores, microondas, videos, coches de radio-control, teléfonos móviles, jamones y un sin fin de artículos más.
Algunos periodistas no se dejan influir por estos intentos que interfieren inevitablemente en la calidad de la información. Pero, por fuerte que sea su voluntad, este tráfico de mercancías dificulta la tarea de informar con independencia, en un entorno en el que se depende en demasía de las decisiones de las empresas, la propia y las ajenas. Mantener la libertad es complicado, porque las marcas, que son el origen de la información, la administran a su gusto.
Si una marca se enfadara con km77.com, por las críticas que reciben sus modelos, tendría la posibilidad de no informarnos de las novedades, de no invitarnos a las presentaciones de nuevos modelos y de no prestarnos sus coches del parque de prensa para que realicemos pruebas. Es cierto que estos obstáculos no frenarían demasiado nuestra voluntad de informar libre y puntualmente. En Internet se accede ya a toda la información de novedades y nosotros la recogeríamos inmediatamente. En el caso de no poder conducir algún coche, si nos pareciera de mucho interés para nuestros lectores, lo compraríamos.
Este es nuestro compromiso. Informar con independencia. Avanzamos que no resulta fácil, a pesar de nuestro propósito. Para presentar nuevos modelos los fabricantes invitan a viajes que, en alguna ocasión, resultan suntuosos. En esos viajes se desvela información que puede resultar de interés y a la que los periodistas no podemos acceder si no aceptamos el regalo del viaje. Aceptaremos esos regalos (en el caso de que nos inviten) para tener la posibilidad de conducir los nuevos modelos y para informar de ellos, pero no aceptaremos otros regalos ni prebendas de las marcas (ventas a buen precio o préstamos de coches para pasar las vacaciones, que son tan comunes.)
En km77.com tenemos la suerte de que la empresa apoya esta pretensión de los periodistas de informar con absoluta independencia. Está convencida de que, en un mercado tan saturado de medios que viven colgados de la limosna de las marcas, las oportunidades de negocio están en apartarse de ese camino e informar con absoluta libertad. "Lo políticamente correcto, con perdón, lo ha jodido todo" decía la académica Ana María Matute en una entrevista. Nosotros estamos de acuerdo. Porque lo políticamente correcto con unos suele ser incorrecto con otros. Aquí, porque creemos que nos beneficia a todos, decimos las cosas con claridad.
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