El Subaru WRX STi de 2018 está basado en el modelo con el mismo nombre de 2015 (información). Es una berlina con carrocería de cuatro puertas, tracción total, un motor de gasolina de 300 caballos de potencia y cambio de marchas manual de seis relaciones.
Está a la venta por 46 900 euros con dos niveles de equipamiento: Rally Edition y Confort Edition. El primero se distingue porque supone un alerón sobre la tapa del maletero y los asientos van tapizados en cuero y Alcántara (imagen). El nivel de equipamiento Confort Edition no lleva alerón posterior, los asientos van completamente tapizados en cuero y lleva techo solar eléctrico. Según los datos oficiales, las prestaciones y el consumo son idénticos en ambos casos (ficha comparativa).
Algunas de las alternativas son el Volkswagen Golf 5p R 310 CV, el Audi S3 Sportback (310 CV) o el Alfa Romeo Giulia 2.0 Turbo 280 CV. El Subaru es el que alcanza una mayor velocidad máxima, el que menos acelera junto con el Alfa Romeo (al menos desde parado a 100 km/h) y, con diferencia, es el que más carburante gasta (ficha comparativa).
Hay cambios estéticos en el exterior y en el interior. Por fuera, lo más significativo está en el frontal, pues es nuevo el paragoles, la parrilla, la luz de marcha diurna así como los faros, que son de ledes y tienen iluminación en curva. Otros elementos de equipamiento nuevos son el aviso de objetos ángulo muerto y el sistema automático de cambio de luces. Las llantas ahora son de 19 pulgadas (antes de 18).
También hay cambios en la suspensión y los frenos. Respecto a lo primero, Subaru dice que estas mejoras han servido para «incrementar la precisión y el control del vehículo, así como incrementar el confort de la marcha». En el WRX STi de 2015, en efecto, la suspensión nos pareció dura, pero también con una capacidad de absorción muy buena. Subaru también dice haber reducido el nivel de vibraciones y ruidos en el interior. El sistema de tracción total, que nos pareció excelente por su capacidad para transmitir la potencia al suelo (incluso en superficies deslizantes), permanece inalterado (y sigue estando disponible el diferencial central con diversos programas de funcionamiento).
Los frenos, al igual que en el modelo anterior son de Brembo, pero sus especificaciones cambian. Ahora los discos son perforados en ambos ejes (antes no lo eran), las pinzas son de 6 pistones en el eje delantero (antes eran de cuatro) y 2 en el trasero (igual que antes) y las pastillas «mejoran el tacto y la dosificación de la frenada». Las pinzas van pintadas de color amarillo (imagen).
El motor es de tipo bóxer, de cuatro cilindros y 300 caballos de potencia. Cuando probamos este motor en el WRX STi 2015, no conseguía que el Subaru WRX diera una aceleración en recta tan buena como los mejores modelos de ese momento y gastaba mucho más carburante.
El interior tiene una pantalla central de mayor tamaño (la que está en la parte superior del salpicadero, que ahora es de 5,9 pulgadas frente a 4,3 del modelo anterior), una nueva instrumentación con los números en blanco (y una pantalla distinta entre el velocímetro y cuenta kilómetros), cinturones de seguridad de color rojo y algunas piezas pintadas en color negro brillante. El asiento del conductor tiene ahora regulación eléctrica para la zona lumbar y entre las dos plazas posteriores ahora hay un reposabrazos abatible.