El Subaru Outback es una versión del Legacy Station Wagon (variante con carrocería familiar del Legacy) con algunas modificaciones para poder circular por vías sin asfaltar con mayor facilidad. Es un modelo completamente nuevo y no una actualización del Outback que se puso en venta en 2004, al que sustituye. Está disponible desde 32.850 € (todos los precios).
Como el resto de modelos de Subaru que se comercializan en España, salvo el Justy, tiene tracción total permanente («AWD»). Ninguna versión tiene reductora; el Outback 2.5i modelo 2004 sí la tenía (ficha técnica).
La altura libre al suelo es 220 mm, una cota grande que lo diferencia del resto de turismos adaptados para circular fuera del asfalto como el Škoda Scout (179 mm) o el Audi A4 allroad (180 mm). También es mucho si se compara con algunos todoterreno. Por ejemplo, el Land Rover Freelander 2 tiene una altura libre de 210 mm y un Suzuki Grand Vitara 200 mm.
Por espacio interior es más similar a un Volvo XC70 que a un Audi A4 allroad. El XC70 Diesel más barato cuesta 44.765 €, mucho más que el Outback Diesel (34.350 €, equipamiento «Premium»). El Volvo es mucho más potente (205 CV), los materiales de revestimiento dan sensación de mayor calidad y puede tener mucho más equipamiento. A pesar de esto, creo que el Outback puede resultar muy satisfactorio.
La parte inferior del perímetro de la carrocería está recubierto de un plástico sin pintar para minimizar los daños de piedras o ramas que pueden impactar al circular por pistas o caminos. Hay algunos accesorios decorativos de color plata para la parte inferior de los paragolpes y de las puertas.
Está disponible con tres motores de tipo bóxer, dos de gasolina (2.5i de 167 CV y 3.6R de 260 CV) y uno Diesel (2.0D de 150 CV). El 3.6R es de seis cilindros, mientras que los otros dos, que también están disponibles en el Legacy, son de cuatro cilindros. El motor Diesel tiene un funcionamiento bueno. Es un motor no muy ruidoso (cuando está caliente y si no se lleva a un régimen alto) y de funcionamiento relativamente suave. En el Outback empuja con menos fuerza que en el Legacy de cuatro puertas que probé con ese motor; entre ambos hay 111 kg de diferencia.
Los motores (2.5i y 2.0D) van acoplados a una caja de cambios manual de seis velocidades o dos tipos de transmisión automática, una de convertidor de par hidráulico de cinco relaciones (3.6R) y otra de variador continuo y seis marchas, denominada «Lineartronic CVT» (2.5i). Esta última es nueva en la gama Subaru y su funcionamiento me ha parecido satisfactorio (sólo he podido probarla durante 10 km por autovía). Además del modo automático tiene seis relaciones prefijadas que se pueden seleccionar desde la palanca (dándole toques longitudinalmente) o desde las levas que hay tras el volante.
Con el motor Diesel, el Outback consume 6,4 l/100 km. Son 0,7 l/100 km más que el Legacy Station Wagon del que deriva. Es un consumo idéntico al del Scout 2.0 TDI 140 CV y algo más alto que el del A4 allroad 2.0 TDI 143 CV y el 9-3X 1.9 TTiD 180 CV (ficha comparativa).
La carrocería es más grande que en el modelo anterior. Mide 4,77 m de largo, 1,82 m ancho y 1,61 m de alto. Son 45, 50 y 70 mm más, respectivamente, que el modelo precedente. La batalla pasa de 2,67 a 2,74 m.
El incremento en las dimensiones de la carrocería ha repercutido en un habitáculo más amplio. Tanto delante cómo detrás hay espacio suficiente para que viajen desahogadamente adultos de más de 1,90 m de estatura. El maletero es grande (tiene 526 l frente a 459 l).
Los respaldos de los asientos posteriores se pueden reclinar sobre la banqueta para ampliar el espacio de carga (están divididos en una proporción 60/40).
El equipamiento de serie incluye seis airbags, control de estabilidad, faros de xenón, programador de velocidad, asientos delanteros con calefacción (salvo 2.0D), encendido automático de luces y limpiaparabrisas, kit reparapinchazos, climatizador de dos zonas y equipo de sonido con cargador para seis discos y compatible con el formato MP3, toma auxiliar para fuentes externas de sonido y manos libres Bluetooth, entre otros elementos.
Según el nivel de equipamiento, puede tener además asientos delanteros con reglaje eléctrico y memoria, navegador con DVD, acceso y arranque sin llave, cámara de visión trasera y techo solar.
El freno de estacionamiento es eléctrico. Se acciona mediante un mando situado en la zona izquierda del salpicadero, junto a la columna de la dirección, pero no se activa automáticamente al parar el motor y abrir la puerta. Además, hay un asistente de ayuda al arranque en rampa que mantiene el coche frenado si la pendiente es superior al 5%.
El motor y la suspensión delantera van montados en un subchasis. La suspensión es independiente en ambos ejes, de tipo McPherson en el delantero y de paralelogramo deformable en el trasero (en el modelo al que reemplaza, la suspensión era de tipo McPherson tanto delante como detrás). Todas las versiones llevan de serie llantas de 17’’, montadas en neumáticos 225/60R17.
Este modelo es la cuarta generación del Outback. La primera llegó al mercado japonés en 1995 y al europeo en 1996.